Ni el intenso calendario de actos reales -del Trooping the Colour al Royal Ascot- impidió que Carlos III presidiera con energía y carisma uno de sus compromisos más queridos: los King's Trust Awards 2025, celebrados en el majestuoso salón de recepciones del Palacio de Buckingham. Pero fue la presencia de George y Amal Clooney lo que añadió una pincelada de dorado cinematográfico a la velada.

A medio camino entre el deber institucional y la alfombra roja, la cita fue una sinfonía de cortesía, elegancia y genuina complicidad. El monarca británico, de impecable traje azul marino con raya diplomática, fue anfitrión de una noche que celebró la resiliencia y el talento joven, pero también ofreció destellos de cercanía humana. El momento más comentado: Carlos III cortando tarta entre risas junto al matrimonio Clooney, que ha demostrado una implicación duradera con The King’s Trust, organización benéfica con la que llevan años colaborando.

Complicidad con el monarca

Amal Clooney, abogada de renombre internacional y símbolo de compromiso con los derechos humanos, brilló con un vestido negro escote bardot de silueta clásica pero magnética. A su lado, George Clooney, en un sobrio traje gris perla, ejercía de perfecto embajador del savoir-faire hollywoodiense, desplegando una sonrisa afilada y una cortesía sin fisuras. La complicidad con el monarca fue evidente desde el primer apretón de manos hasta el último brindis discreto.

Uno de los momentos clave de la velada fue la entrega simbólica del Premio Amal Clooney al Empoderamiento de la Mujer, creado en 2019 y consolidado ya como uno de los reconocimientos más prestigiosos de la fundación. Amal no solo entregó el galardón, sino que conversó largamente con los premiados, demostrando que detrás del glamour hay un activismo sólido.

Acompañando el acto estuvieron otras personalidades del panorama británico como Rosie Huntington-Whiteley, Dame Joanna Lumley o Fearne Cotton, que completaron una alfombra invisible de influencia y compromiso.

El mensaje posterior de la Casa Real no pudo ser más claro: "Felicitaciones a todos los merecedores ganadores, así como a The King’s Trust International, que este año celebra su décimo aniversario". Una noche en la que Buckingham se convirtió, más que en palacio, en símbolo vivo de conexión global. Y donde Carlos III demostró que reinar también es saber reír, escuchar y rodearse de los mejores aliados.