No están en primera línea, pero cada vez pisan más fuerte. las princesas Eugenia y Beatriz de York, hijas del defenestrado príncipe Andrés y Sarah Ferguson, han pasado de ser las eternas «royals de reserva» a convertirse en una baza fundamental para el futuro de la Casa Real británica. En tiempos de bajas médicas, escándalos pasados y una monarquía en modo contención, las hermanas York aportan justo lo que se necesita: lealtad, buena prensa y un toque de frescura.

La más activa últimamente ha sido Eugenia. Acaba de ser nombrada mentora en la red «35 under 35» de la «King’s Foundation», la organización benéfica fundada por Carlos III hace 35 años. ¿Su papel? Apoyar y guiar a un grupo de jóvenes talentos que trabajan por un mundo más sostenible a través del arte, la artesanía y la regeneración social. Compartirá tarea con figuras como el diseñador Samuel Ross, la artista e influencer Sophie Tea y la historiadora Alice Loxton. «Estoy encantada de formar parte de esta iniciativa», dijo la princesa, que justo este año ha cumplido 35. «Es un proyecto que refleja muchos de los valores en los que creo» afirmó.

Mayor protagonismo

Aunque en la actualidad no son miembros oficiales en activo, las hermanas han ganado protagonismo en los últimos meses. Eugenia acompañó al príncipe William y a Kate Middleton en la tradicional garden party del palacio de Buckingham, y días después apareció junto a su hermana en el Chelsea Flower Show. Gestos que, según fuentes cercanas a palacio, no pasan desapercibidos.

Y es que, con una familia real reducida y el rey Carlos III gestionando tanto una monarquía moderna como ciertas tensiones familiares (véase la situación que mantiene con el príncipe Andrés y la disputa por Royal Lodge), el papel de las primas reales ha cobrado una nueva importancia. «Están más unidas que muchas primas. Comparten una experiencia única, y aunque cada una sirve a la institución a su manera, todas creen en ella y quieren lo mejor para su futuro», aseguró una fuente cercana a la revista «¡Hola!».

La idea de que Eugenia y Beatriz de York se conviertan en miembros activos de la familia real británica suena cada vez menos descabellada. De hecho, algunos dentro de palacio creen que, cuando el príncipe de Gales acceda al trono, las cosas podrían cambiar notablemente. «Carlos III valora mucho lo que representan. Cree que se han convertido en mujeres sensatas y encantadoras. Y, sobre todo, escucha a la gente: quieren de vuelta ese toque de ‘‘glamour’ que tanto se echa de menos», afirmó una fuente próxima al diario «MailOnline».

Como destacó su madre, Sarah Ferguson: «Siempre les enseñé que si te sientes mal contigo mismo, ayuda a los demás. Y te sentirás mejor». Parece que Eugenia y Beatriz lo han entendido perfectamente.