Cáncer
La Pasión según Kate Middleton : las tres semanas en la intimidad antes de volver a escena
El príncipe William retomará los actos públicos a mediados de abril y quizá entonces se deje de dar bombo a los rumores sobre la princesa
Los rumores comenzaron el pasado fin de semana y se intensificaron el miércoles. El Palacio de Kensington iba a dar un importante anuncio. Después de que un ciudadano vendiera por una suculenta suma de dinero a «The Sun», las imágenes de Kate y William saliendo de un supermercado, todo apuntaba a que la princesa de Gales iba a adelantar su regreso a la agenda pública. Era la primera vez que se la veía en acción desde Navidades. Estaba más delgada de lo habitual, pero parecía relajada. En los rotativos se daba prácticamente por hecho que, en lugar a esperar a después de Semana Santa, la mujer del heredero al trono adelantaría su regreso al domingo de Pascua. Pero nada más lejos de la realidad.
Ahora se sabe que el miércoles fue el día en el que un equipo de la BBC, que juraron guardar total secreto, fue convocado a Windsor para grabar a Kate hablando sobre su enfermedad. Tiene cáncer, ha empezado con quimioterapia y pide privacidad y respeto en estos momentos «tan complicados».
El hecho de que el anuncio que ha conmocionado a ambos lados del Atlántico se revelara justo el viernes, el día en que sus hijos empezaron las vacaciones escolares por Semana Santa, no es una coincidencia. Los asesores reales dijeron que la pareja quería poder contárselo en el momento adecuado para ellos y «comprender y procesar» la noticia antes de que se hiciera pública.
«Me ha costado tiempo recuperarme de una cirugía seria para comenzar mi tratamiento. Pero, más importante, nos ha costado tiempo explicar todo a George, Charlotte y Louis de una manera que sea apropiada para ellos y para tranquilizarles de que estaré bien», matizaba en el video.
Proteger a los suyos
La prioridad de los príncipes de Gales siempre ha sido la de proteger a los suyos. Eran conscientes del terremoto informativo que supondría la noticia, por lo que necesitan las tres semanas que pasarán ahora alejados de los focos y en total intimidad. El príncipe William, heredero al trono, retomará los actos públicos a mitad de abril. Y quizá para entonces, se deje finalmente de dar bombo a los rumores.
Durante todo este tiempo, en plena quimioterapia, William y Kate han tenido que soportar teorías sobre amantes, crisis matrimoniales e incluso intentos de suicidio por divorcio. La Prensa –sobre todo la internacional– se ha cebado con ideas rocambolescas sin ningún tipo de evidencia. Los niveles de insoportable de escrutinio e intrusión no se habían visto desde los días de Diana. ¿Ha llegado el momento de pedir disculpas?
La familia ha tenido que equilibrar cuidadosamente el derecho del público a saber qué le pasa y el derecho de una madre a exigir privacidad para ella y sus hijos de 10, 8 y 5 años. Todo está siendo también particularmente angustioso para William, cuya infancia estuvo marcada por la persecución de los paparazzi. El príncipe, que con 15 años perdió a su madre y tuvo que caminar tras su féretro ante la mirada de todo el mundo, el mismo que ha sido criticado –sin poder defenderse– por su propio hermano Harry –con el que no tiene contacto– en una biografía que manchó su imagen, se enfrenta ahora a toda la presión del peso de la Corona teniendo al mismo tiempo a su padre y a su mujer con cáncer.
El príncipe William es el heredero al trono. El rey, Carlos III, es el jefe de Estado. Kate, futura reina. Pero, por mucho que en La Firma las cosas no funcionen como en el resto de los hogares, William no deja de ser un padre de tres niños pequeños que tiene ahora a su esposa y a su propio progenitor enfermos. Desde que conoció a Kate en la Universidad de St. Andrew, se ha esforzado por protegerla por miedo a que la historia se repita. «Las últimas semanas habrán sido una tortura para él, ya que el Palacio de Kensington intentó sin éxito controlar la narrativa», apuntaba la experta en realeza Camilla Tominey en «The Telegrapah». «No me sorprendería que William inicialmente se resistiera a la idea de que Kate grabara personalmente un mensaje en vídeo antes de ser persuadido de que era la única manera de gestionar la noticia y presentarla de manera que el público pudiera entenderlo», añade.
Pendientes de sus hijos
Como futuros rey y reina, y padres de un futuro rey, los príncipes de Gales han trabajado duro para garantizar que George, Charlotte y Louis cumplan con los deberes reales que se esperan de ellos, pero al mismo tiempo puedan disfrutar de una educación lo más normal posible en una monarquía moderna. El personal que trabaja con ellos tiene incluso instrucciones estrictas de organizar la agenda real para garantizar que al menos uno de los dos pueda llevarles al colegio. Una de las razones por las que se mudaron a Adelaide Cottage (y evitaron mudarse al mucho más grandioso Castillo de Windsor) es porque quieren que los niños crezcan en un torno lo más normal posible teniendo en cuenta las circunstancias.
En ocasiones se han enfrentado incluso a críticas por anteponer a la familia frente a La Firma. Pero ahora se les entiende mejor que nunca. Cuando se dan este tipo de noticias a unos niños no solo hay que planificar con mucho cuidado lo que se dice, sino que también hay que darles tiempo para procesar lo sucedido. Por lo tanto, tras meses de un clima tóxico se espera que llegue el respeto que siempre habían pedido.
✕
Accede a tu cuenta para comentar