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Arte

Sale a subasta el legado invisible del príncipe Sadruddin Aga Khan, valorado en nueve millones de euros

Christie’s subastará en Londres parte de la exquisita colección del príncipe: noventa y nueve obras maestras persas e indias, que narran una historia de amor, belleza y devoción artística

Aga Khan, en su finca de Ginebra Redes sociales

Fue amor a primera vista. Así describen los expertos la relación entre el príncipe Sadruddin Aga Khan (1933-2003) y el arte islámico. Aquel joven, hijo del Aga Khan III y de Andrée Joséphine Carron, descubrió en los manuscritos, miniaturas y caligrafías del mundo persa una pasión que lo acompañaría toda su vida. Hoy, parte de ese universo íntimo y deslumbrante sale a la luz pública: el 28 de octubre, la casa Christie’s subastará en Londres noventa y nueve piezas de su fabulosa colección, con un valor estimado que supera los nueve millones de euros.

Las obras son joyas de la historia del arte oriental. Firmadas por maestros como Doust Muhammad o Basawan, artistas del siglo XVI, o por Bishan Singh y Reza Abbasi, referentes del XVII, y Ghulam Ali Khan, pintor de la corte mogol del XIX, cada pieza es un fragmento de historia y espiritualidad. "Cualquiera que tenga buen ojo se enamorará", afirma el historiador William Dalrymple, recordando la muestra "Príncipes, Poetas y Paladines", que en 1998 deslumbró al público en el Museo Británico de Londres y en el Museo de Arte e Historia de Ginebra.

A principios de los años sesenta, cuando el arte islámico apenas despertaba interés en los círculos occidentales, el príncipe Sadruddin comenzó a coleccionar con una visión pionera. Décadas más tarde, al casarse con la princesa Catalina Aga Khan en 1972, encontró una compañera que compartía su fascinación por las iluminaciones, las miniaturas y la caligrafía. Juntos construyeron en su residencia de Bellerive, a orillas del lago Lemán, un auténtico santuario de belleza.

Esta pieza de caza del tigre, que data de 1781 y está firmada por el jeque Taju, se estima entre 200.000 y 300.000 libras esterlinasChristies

"Hoy en día sería imposible construir una colección así", asegura Edward Wilkinson, experto en arte indio, del Himalaya y del sudeste asiático en Christie’s. Se detiene frente a "La cacería del tigre" (1781), firmada por el jeque Taju: "Hay algo casi metafísico en esa escena, uno puede escuchar el rugido, sentir el peligro y la fascinación. Es arte en su estado más puro".

El espíritu del príncipe Sadruddin pervive en el Museo Aga Khan de Toronto, inaugurado en 2014 bajo el diseño del arquitecto japonés Fumihiko Maki. Este espacio, impulsado por su sobrino, el Príncipe Karim Aga Khan, conserva más de 1.200 obras que abarcan del siglo IX al XXI y rinde homenaje al coleccionista y a su esposa con la recreación de su mítica "Sala Bellerive".

"La Colección Aga Khan es una excepción y un referente para nosotros", explica Wilkinson. "Por eso, esta subasta no es solo un acontecimiento artístico, sino un momento de profunda emoción. No hay mejor colección en el mundo".