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Belleza

El espejo del alma de Jennifer Aniston :envejecer (muy bien) con «carapán»

"Su arsenal de belleza incluye bótox, que oscila entre 300 y 600 euros, y los inductores de colágeno, con precios de entre 400 y 800 euros"

Jennifer Aniston Gtres

Jennifer Aniston, una leyenda en el mundo del entretenimiento, ha sido un referente de estilo y naturalidad a través de los años. A sus 56 años y ahora que ha declarado llevar más de un año sobria, ha sabido mantener su esencia, gracias a una combinación de tratamientos estéticos y una única cirugía: una rinoplastia en 2007 que ajustó su tabique desviado, y un segundo retoque en 2018. ¡Relajémonos! No todo es bisturí: la actriz también recurre a opciones menos invasivas.

Tratamientos

Su arsenal de belleza incluye bótox, que oscila entre 300 y 600 euros, para dar un respiro a esas arrugas que aparecen en la frente y el entrecejo, y los inductores de colágeno, con precios de entre 400 y 800 euros, que hacen milagros al suavizar surcos y aportar volumen. ¡Y no podemos olvidar los tratamientos láser y la luz pulsada! Gracias a ellos, su piel brilla por su claridad sin manchas ni rojeces recuperando ese «glow» especial de juventud. Sin embargo, la vida no siempre es color de rosa. Aniston ha enfrentado algunas críticas sobre su apariencia, mencionando que su rostro parece más ancho, menos tonificado y algo hinchado, lo cual ha llevado a algunos a catalogarlo de «carapán».

Jennifer Aniston en una imagen recienteGtres

Pero no todo está perdido: si busca afinar un poco la mandíbula, el bótox en el músculo masetero podría ser la solución (por unos 500 euros, claro) para lograr un «look» más esculpido. También está la opción de la criolipólisis, que elimina grasa en la papada y puede costar entre 800 y 1,500 euros. ¡Nada como unas sesiones para realzar la imagen que ya de por sí es preciosa!

Hablando de cambios, el concepto de «inflamaging» acapara atención. Se refiere a la inflamación de bajo grado que, como una sombra silenciosa, puede acelerar el envejecimiento de la piel. Estrés, comida procesada y la velocidad que implica la vida en las ciudades y sus rítmos frenéticos son sus cómplices. Mireia Fernández de Perricone MD nos recuerda que, para combatir el inflamaging, hay que seguir la regla del 70-30: el 70 por ciento del cuidado se logra con una buena alimentación y suplementos, y el 30 por ciento con tratamientos. Igual podemos pensar que esa «cara de pan» es en realidad una radiante «cara de felicidad» por su nueva relación, que le está regalando ese resplandor especial. Al final del día, cada sonrisa cuenta su propia historia, y la de Jennifer parece reflejar una nueva etapa llena de alegría y amor.