La otra cara de la artista

Shakira y su peculiar «waka monstruo»

La fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona ha presentado contra Shakira una querella por evasión del IRPF y el Impuesto sobre el Patrimonio correspondientes al ejercicio 2018.

Fotografía de archivo (12/09/2023), de la cantante colombiana Shakira, a la que la Fiscalía acusa de haber defraudado a Hacienda más de 6 millones de euros en las declaraciones del IRPF y del impuesto de patrimonio de 2018, utilizando para ello un entramado societario con sede en paraísos fiscales.
Fotografía de archivo (12/09/2023), de la cantante colombiana Shakira, a la que la Fiscalía acusa de haber defraudado a Hacienda más de 6 millones de euros en las declaraciones del IRPF y del impuesto de patrimonio de 2018, utilizando para ello un entramado societario con sede en paraísos fiscales.SARAH YENESELAgencia EFE

La fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona ha presentado contra Shakira una querella por evasión del IRPF y el Impuesto sobre el Patrimonio correspondientes al ejercicio 2018. Si a finales de julio conocimos que el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Esplugues de Llobregat (Barcelona) había abierto una investigación por este motivo, ahora se ha confirmado que la fiscalía ha presentado acusación: según el Ministerio Público, la deuda de la colombiana por la cantidad no declarada en España asciende a 6.686.502 euros.

Esta noticia supone un torpedo en la línea de flotación de su estrategia defensiva de cara al juicio que debe enfrentar en noviembre por un supuesto fraude fiscal de 14,5 millones de euros. No existe el asidero al que su letrado, el prestigioso penalista Pau Molins, se agarrará en la sala de vistas dentro de mes y medio. Nadie duda de que la artista vivía en Barcelona en 2018 y desmontar esta acusación de fraude necesitará otros argumentos.

Aún cuando Shakira es una artista de talla internacional, debemos remontarnos trece años atrás para encontrar tal profusión de titulares con ella como protagonista. Fue cuando su relación con el exfutbolista Gerard Piqué, con quien trabó amistad en el Mundial de Sudáfrica de 2010, pasó de comidilla a hecho, por más que la cantante trató de negar acudiendo a la pueril fórmula de un «waka-rumor» que se le «waka-adjudicaba». Rota la pareja formalmente a primeros de junio de 2022 , inició una guerra sin fin. Firmado en noviembre y ratificado el mes siguiente su convenio de separación y el régimen de guarda y custodia para los dos hijos en común, es decir, cuando lo tuvo todo bien atado,Shakira desató al monstruo. En enero de 2023 estrenó BZRP Music Session #53, single que dio la vuelta al mundo y convirtió a Piqué en persona «non grata» de Miami a la Patagonia y a la hasta entonces casi anónima Clara Chía, en lo que un joven castizo llamaría «lagarta». Un Casio frente a un Rolex, un Twingo frente a un Ferrari, ¡dónde se ha visto! Fue entonces cuando reconocimos las indirectas de sus anteriores canciones, «Te felicito» y «Monotonía».

Arropada por un tsunami de adhesión por parte de sus fans, Shakira volvió a la carga con «Te quedé grande», al alimón con Karol G: si una le daba al exdefensa del FC Barcelona, la otra hacía lo propio con el rapero Anuel AA. Ha querido el destino que esta nueva querella por presunto fraude fiscal llegue a primera página cuando en platós y columnas aún resuenan los ecos de su más reciente canción, «El jefe». Como esas películas de justicieros que van liquidando uno a uno a todos quienes les hicieron daño, el nuevo sujeto de su ira no es otro que Joan Piqué, padre de su ex. No hay lugar para especulaciones.