Entrevista
Encarnita Polo: “Un cáncer es como un mal novio”
Fue la reina del pop español a finales de las décadas de los sesenta y setenta con canciones tan pegadizas como «Pepa Bandera» y «Paco, Paco, Paco». Hoy, la popular cantante, a sus 82 años, vive retirada en la ciudad de Ávila sin perder un ápice de su carácter luchador, vital y optimista, que ha marcado su vida
Hija de un maestro confitero, que falleció cuando Encarna Polo Oliva, conocida artísticamente como Encarnita Polo, tenía 12 años llevaba la música en la sangre desde niña. Su madre quedó al cuidado de sus ocho hijos. Con tan sólo diez años consigue ganar un concurso radiofónico. Dos años más tarde, se instala en Barcelona, y emprende su actividad profesional, cantando en fiestas y galas. Fue la reina del pop español a finales de las décadas de los sesenta y setenta con canciones como «Pepa Bandera». En el año 2009 la canción «Paco, Paco, Paco» volvió de nuevo al primer plano, gracias a un usuario de YouTube que lo utilizó como banda sonora del famoso videoclip de Beyoncé titulado «Single Ladies (Put A Ring On It)», llegando a las casi tres millones de reproducciones en mencionado canal. El tema se ubicó en el puesto número cuatro del Top Musical en España en abril de 2009. La recuperada fama de la canción devolvió a su autora a los titulares. Hoy, Encarnita Polo vive retirada en Ávila y se recupera favorablemente de un cáncer de pecho. Alejada del mundanal ruido, a sus 82 años todavía sueña «con presentar un programa musical en televisión. No me doy por vencida…», espeta a LA RAZÓN sin perder su sonrisa.
– ¿Ha superado el cáncer?
– Lo cogieron a tiempo y, gracias a Dios, no tuvieron que extirparme el pecho. Sigo con revisiones y esas cosas.
– ¿Siente miedo a que se pueda reproducir?
– ¿Miedo? No. Creo que he vencido a la enfermedad, pero el cáncer se queda ahí, y de buenas a primeras sale por otro lado. Es muy traicionero, es como un mal novio, o un mal marido. De momento, afortunadamente, me encuentro bien. Hago una vida muy sana, ejercicio todos los días, la mente la tengo estupenda… Todo juega a mi favor.
– ¿Qué hace en tierras abulenses?
– Me vine para vivir cerca de mi hija, pero la verdad es que no me adapto a esta ciudad, no me termino de habituar… Pero, bueno, la vida es mucho más barata que en Madrid y eso es algo a tener muy en cuenta. Y estoy cerca de mi familia.
– ¿Cuál es su situación económica?
–Vivo gracias a unos pocos ahorros y a una pensión de jubilación que ronda los novecientos euros.
–Toda la vida cantando. ¿Le costó olvidarse de los escenarios?
–Mucho, es una pena, sí. Pero lamentarse no sirve de nada. La situación se puso muy difícil para mí, no salían contratos y decidí retirarme. Fue la mejor opción.
–¿Sintió olvidada?
–En cierto modo sí. No le voy a engañar a estas alturas.
El olvido se vio agravado con una mala racha económica que le llevó a empeñar sus objetos de valor en el Monte de Piedad. Su joyero le ha servido para bandear la crisis cuando las cosas no iban bien. Perdió su querido piso de Madrid porque Encarnita firmó ciertos documentos que no debía haber firmado. Y también volaron todos sus ahorros por aquel turbio asunto de las «preferentes», de la antigua Caja Madrid. «Yo lo que ganaba de una gala o de una entrevista lo metía todo en ese banco», recalca. Una vida llena de problemas que prefiere no recordar.
–¿Volvería a cantar si se lo propusieran?
–No. En la vida se cumplen etapas, y yo ya cumplí la mía como cantante. Y me quedo con todos los buenos recuerdos vividos. Lo que sí que me gustaría es trabajar en un programa sobre el mundo musical. Para hablar de lo bueno y de lo malo… Es una espinita que tengo ahí clavada y me encantaría hacerlo.
–En el plano personal, usted ha recibido unos cuantos reveses emocionales en su larga vida…
–Ya, no siento rencor hacia quien me hizo daño. Vivo cada día maravillosamente bien. Como si fuera el último. El rencor no sirve de nada, los seres humanos tenemos que ser autosuficientes, y si hice algo mal, peor para mí.
–No le gusta la política, pero piensa que «los artistas y la gente de derechas no tienen sitio en España» ¿Y usted es de derechas?
–Soy de quien tiene la razón. Y lo que están ahora en el poder no la tienen. Me indigno cuando callan y no reconocen que Cuba y Venezuela son dictaduras. Me parece increíble. Es que me puedo tirar al cielo a llorar.
–A una mujer tan popular como usted no le hemos descubierto un solo novio desde que se separó de Adolfo Waitzman en 1978…
–Acabé tan cabreada con mi marido que con aquel matrimonio ya tuve suficiente. Es que fue todo tan malo que era como para haber aborrecido a los hombres. No me han quedado ganas de tener más parejas, la verdad.
–¿Los odia?
–No. Pero no ha surgido la oportunidad de encontrar el amor verdadero.
–¿Asume sin problemas esa soledad?
–Totalmente. A estas alturas de mi vida, no me hace falta un hombre para sentirme más feliz. Me arreglo sola divinamente. Llevo una vida plena y tranquila.
–¿Qué canciones de su repertorio recuerda con más cariño?
Pues, las más populares: «Paco, Paco, Paco», «Pepa Bandera», «La balada del amanecer»... Le insisto que me encantaría seguir ligada a la música y poder trabajar en un programa musical.
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