Crónica
Los sábados de Lomana: Un personaje que no es digno hijo de Paquirri
Debe haber alguna influencia de la luna que está poniendo muy levantisco al personal, porque llevamos una semanita con especial agresividad y malos rollos. Lo de la posible guerra o invasión rusa en Ucrania parece ya interesar mucho menos. Aquí en España tenemos nuestras propias guerras. ¿Recuerdan que la semana pasada escribí sobre Rigoberta Bandini y su canción sobre «la teta»? Pues ya ven la que se ha armado. Todos contra la ganadora, una chica muy divina con un nombre también evocador, Chanel. Baila maravillosamente y parece que se va a descuajaringar en el escenario, pero es capaz de cantar a la vez sin perder una nota. Tiene un aire a Jennifer Lopez, su origen es cubano, llegó con su familia cuando era pequeña a Cataluña; pero un grupo de energúmenos se han encargado de intentar amargarle el triunfo. Ni el mejor equipo de publicidad hubiese montado una campaña de marketing tan bestial a un festival que estaba muy devaluado y a pocas personas interesaba. Hasta el Congreso ha llegado el grito de guerra: Núñez Feijóo defendiendo al grupo Gallego Tanxugueiras con mucha razón porque tenían una maravillosa puesta en escena, y la canción en lengua gallega me encanta; pero no la veo yo muy del Festival de Eurovision, es más nuestra, más local. La tercera en discordia fue «Ay Mamá», que entusiasmó a las feministas y parte de la izquierda radical, supongo que por lo de sacar la teta estilo Delacroix, como cantaban ellas. Yo cuando la escuché sentí que estaban en pie de guerra, era como escuchar «La Marsellesa».
Hartura debe ser lo que ha sentido Anabel Pantoja, para mandar a tomar vientos a su reciente marido, sacar sus cosas de la casa donde vivía y empezar una nueva vida, libre, y sin miedo por primera vez en su vida. Esa familia tan complicada que vive de generar noticias bastante desagradables, ha culminado esta semana con una portada de ese impresentable personaje que no es digno hijo de su padre Paquirri. La vida le ha dado todas las oportunidades para poder formarse, estudiar y ser una persona con un mínimo de cultura y ética. Pero, ¡oh maravilla! descubrió que tenía un filón de oro poniendo verde a toda su familia. Las barbaridades que dijo de su madre, su tío y su prima han sido bestiales, según me he informado. Ahora ya ha traspasado todos los límites con su pobre hermana que es una mujer maravillosa, la única con cabeza y razonamiento. Probablemente, como él mismo dice, porque es de otra sangre. La ha tratado de una forma racista y vergonzosa. Lo que cuenta en portada de una revista es inadmisible. A cualquier persona con un mínimo de sensibilidad le resultaría insoportable verlo y escucharlo. Ahora los mismos que le «jalearon» le ponen a escurrir, y Paquirrín, al verse acorralado, pretende decir lo siento. Demasiado tarde.
Para cerrar la semana, la última votación del Congreso a la reforma laboral, que de reforma tiene poco gracias a Dios, siendo un consenso entre patronal y sindicatos. El Gobierno por un voto equivocado saca adelante la Ley. Aquí podría alargarme en disquisiciones de si es o no válido ese voto equivocado del PP. Yo me pregunto: ¿por qué ese diputado no estaba sentado en el Congreso? ¿Le pagamos para qué? Solo le justificaría una enfermedad y, por lo que hemos podido saber, no era tal. Señores y señoras, el «chollo» en este país es dedicarte a la política, da lo mismo que seas analfabeto funcional o un caradura.
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