Opinión

Los sábados de Lomana: Cuestión de tetas

Me parece algo pasado de moda. Las mujeres siempre que han querido han mostrado sus pechos sin complejos, desde la duquesa de Alba en su posado para Goya a las actrices del destape en plena transición

"La libertad guiando al pueblo" de Eugéne Delacroix
"La libertad guiando al pueblo" de Eugéne DelacroixEugène Delacroix

Estos últimos tiempos me descolocan, tengo la sensación de estar rodeada de disparates y memeces, me resulta muy difícil encontrar personas en los medios televisivos que me aporten o enseñen algo interesante. Se puede entretener al personal pero no aborregarlo. Estos días me he quedado en casa por un fuerte catarro que ahora se llama Ómicron, y como consecuencia de esto me he metido en mi «body» más horas de televisión de las que debiera, poniéndome al día de la cantidad de basura que hay en algunas programaciones.

No es que quiera ir de sabionda ni sobrada y mucho menos de esnob intelectual, no; pero he escuchado y visto escenas con mujeres que no podían ni moverse para no enseñar lo que supongo estarían deseando hacer, de otra forma no se explica esa falta de tela. Conversaciones del tipo «te he puesto los cuernos (a su novio) porque no se te levanta», y un amigo del novio defenderlo y decir que «de eso nada, que yo estaba allí y he visto que sí funciona...» La presentadora impertérrita incidiendo en el tema con regocijo. Cambié de canal y tocaba hablar sin parar mañana, tarde y noche del «affaire» Urdangarin. No debemos olvidar qué tipo de persona es ese señor: un delincuente que ha pagado con cárcel el haberse llevado dinero y me entero de que seguiremos pagándole escoltas a él y a su nueva amante... ¿Qué quieren que les diga? Que ni lo entiendo ni tengo por qué soportarlo.

La cantante Rigoberta Bandini en la segunda semifinal del 'Benidorm Fest'.
La cantante Rigoberta Bandini en la segunda semifinal del 'Benidorm Fest'.RTVERTVE

Y siguiendo con la televisión acabo de descubrir en un nuevo festival para seleccionar a la persona que nos representará en Eurovisión. La que tiene mas papeletas para ello es una tal Rigoberta Bandini. Estaba distraída y cuando escuché «Rigoberta» creí que era Rigoberta Manchú, ¿la recuerdan? Activista indígena de Guatemala que se había reconvertido en cantante. Pues no, es otra con apellido italiano que ya no sabe que hacer para llamar la atención y parece que lo ha conseguido con una reivindicación de la «teta». Sí, como lo oyen, como si de algo nuevo y desconocido se tratase. Qué quieren que les diga, me parece algo totalmente viejuno y pasado de moda. Las mujeres siempre que han querido han mostrado sus pechos sin complejos, desde la duquesa de Alba en su posado para Francisco de Goya a las actrices del destape en plena transición posfranquista. Las playas francesas de Saint-Tropez fueron las primeras en los sesenta en llenarse de preciosas chicas en «topless» mostrando sus pechos con plena libertad, también en Biarritz en una playa con nombre muy tentador ‚«Chambre D’amour», se practicaba esta modalidad muy cómoda y estupenda para tomar el sol sin dejar marcas de tirantes.

Pues Rigoberta Bandini las reivindica en plan feminista. Dice «no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas», algo tan inofensivo y acogedor no creo que dé miedo a nadie, en todo caso admiración si son bellas. No hay más que ver a los bebés felices pegados a ellas, que no pueden ni respirar mientras se alimentan de esa maravillosa y fecunda fuente de leche. En todo caso, si es un grito feminista, quizá reivindiquen su derecho a operárselas reduciendo o haciéndolas más grandes. Hay gustos y gente para todo, pero eso sí, que no vengan a querer impresionarnos con la amenaza de sacarla (solo una) en el escenario. Porque a las mujeres libres y felices con las nuestras nos importa un bledo que la saque o la esconda. Ahora bien si lo que pretende es llamar la atención lo ha conseguido. Suerte Rigoberta y arriba la teta.