Enamorados

Javier Conde y El Cordobés nos confiesan el secreto de sus matrimonios el Día de San Valentín

Los diestros participaron en un tentadero este fin de semana en Palma invitados por el empresario venezolano, Francisco d’Agostino

Javier Conde y el Cordobés
Javier Conde y el CordobésCortesíaLa Razón

Dos décadas de amor incondicional y el mismo secreto del éxito, “respeto y admiración”. Javier Conde y Manuel Díaz ‘El Cordobés’ visitaron este fin de semana Mallorca para arropar a su amigo, el empresario venezolano Francisco d’Agostino, cuñado de Luis Alfonso de Borbón, que estrenaba Frankie’s, su nuevo restaurante en la cotizada y lujosa zona de Puerto Portals.

Fue el viernes por la noche cuando los diestros llegaban a la isla, sin sus mujeres, Estrella Morente y Virginia Troconis a las que eso sí, tuvieron muy presentes, tal y como confesaron a La Razón el sábado durante un improvisado tentadero en la finca Sort de Sant Pere, de la ganadería El Onsareño.

‘El Cordobés’, que se alojó todo el fin de semana en la casa que su hermano Damián tiene en Mallorca, excusó la presencia de Virginia por motivos de trabajo. “He venido con mi hija Triana para que pase unas horas con sus primas, ella está encantada de venir solo con papá”. Preguntado por cómo se encuentra su relación con la venezolana, con la que acaba de celebrar 18 años de casados, el diestro aseguró que “fenomenal”. “La clave del éxito es no dar nunca el amor por sentado. Que haya que trabajárselo cada día, sorprender, respetar y, por supuesto, estar enamorado”, nos contó. Un buen ejemplo de lo enamorado que está de Virginia se puede leer en su whatssup, donde tiene guardado su contacto como “novia”. “Fíjate que yo tengo un dilema porque se me junta todo: el 25 de diciembre, que es el cumpleaños; el 6 de febrero, nuestro aniversario y luego llega San Valentín, no es fácil”, bromeó el diestro andaluz que, eso sí, dijo que era mucho de improvisar los detalles.

El Cordobés practicando
El Cordobés practicandoCortesíaLa Razón

“Los mejores son los que no se compran. Por ejemplo, el fin de semana de nuestro aniversario nos fuimos de viaje los dos solos a Cádiz y dormimos en Vejer de la Frontera. Ni lo habíamos planeado”. Lo que tampoco tiene planeado en su retirada. “Tampoco lo anunciaré ni tengo previsto hacer una corrida de despedida. Simplemente, un día dejaré las plazas”.

Por su parte, Javier Conde, mucho más comedido en sus palabras, recordó sus primeras faenas en Mallorca, donde toreó en todas sus plazas. “Para mí siempre ha sido un privilegio vivir la fiesta en la isla y ojalá la cultura de los toros no se pierda. Si se dejan dormir las cosas demasiado tiempo, la gente acaba desconectada y creo que falta ese impulso y lanzar un mensaje con más contenido”. Con fuerzas y ganas de seguir saltando al ruedo, -”no me pienso retirar nunca, moriré toreando porque es una necesidad del alma”- Conde celebró el pasado 1 de febrero su cumpleaños lejos de su mujer, Estrella, aunque “siempre estamos cerca”. “Nuestra relación, y van más de 20 años, sigue intacta gracias a nuestras profesiones. Tenemos un trabajo que nos permite tener varias vidas en una, una sensibilidad especial que hace que nos apreciemos y nos admiremos cada día más. Si no fuera torero, no podría amar a Estrella como lo hago, porque ella es una obra de arte en sí”.