Entrevista
Kany García: «Las cosas serían muy diferentes y más sensatas si se hicieran desde los ovarios»
Es una de las reinas de los Latin Grammys y no tiene problemas en confesar que le encanta ser una estrella
Reina de los Latin Grammys, los Billboard y el sonido caribeño y autora de algunos de los «hitazos» de JLo o Chayanne, puertorriqueños como ella. Porque esta atípica cantautora lleva su isla en las venas. O mejor dicho, en el corazón. Porque por su venas corre, Agüita de coco, como se titula su último single que promete refrescarnos este verano a lo largo y ancho del playerío español ávido ya de ritmo y sensualidad antillana. Que no sé si lo saben, pero ese elixir tropical tiene casi la misma composición del flujo sanguíneo. De ahí que su canción sea como un canto a la vida. Con ustedes, Kany García. ¿Sabía usted que los niveles de electrolitos en el agua de coco son iguales a los de nuestra sangre? No me diga que ahora no se lo explica todo…
Uh, pues no tenía ni idea… Defíname su último temazo en tres palabras
Sorpresivo, refrescante y contagioso.
Su «hit» es como una vacuna emocional, ¿no?
Ahora, que estamos acostumbrados a tantas vacunas, pues sí, utilizaremos la metáfora.
¿De dónde saca usted esa alegría de vivir?
De tener tan presente lo cortita que es la vida. Que es tan, tan breve que es una tontería perderla en malos humores.
¿Es posible conseguir que el calor caribeño no se extinga con el frío que caen en estos patios madrileños?
Claro que es posible. Yo creo que, al revés, que cuando llega a Madrid, el calor caribeño se hace contagioso.
Si algún día me dejo caer por allá, dígame qué no debo dejar de hacer por nada del mundo…
No puedes dejar de ir a Isla Culebra. Al oeste, a nuestra playas y meterte en el mar. Tienes que ir al centro, a la montaña, a Barranquita, a Cayei… Tomarte un buen pitorro, que es un ron clandestino que sabe delicioso. No puedes dejar de ir a El Viejo Salmón. Ver el Morro que es uno de los lugares más increíbles del mundo.
¿Cuánto es usted de cantante y cuanto de autora?
Creo que soy 70 por ciento cantautora y 30 por ciento cantante.
¿Preguntarle por sus comienzos en «Objetivo Fama» es una ordinariez o es una diosa con edad?
Ni una cosa ni la otra. No es nada ordinario. Y lo de diosa… Huyo de ese tipo de palabras.
¿Cuándo supo que quería ser una estrella?
Cuando me di cuenta de la necesidad. La palabra estrella es otra de las palabras de las que huyo y no uso, pero cuando te das cuenta de la labor humanitaria que puedas hacer siendo una estrella, ahí la palabra sirve.
¿Para usted los Latin Grammy guardan algún secreto o se los conoce mejor que los pasillos de un centro comercial?
Para mí, no hay nada escrito con ellos… Así que opto por hacer lo que me place sin pensar.
¿Es una de las reinas de la música latina, es posible el empoderamiento femenino en un mundo de hombres?
Es necesario el empoderamiento femenino. Hoy sé que es mucho más que eso, de ahí que crea que no solo es necesario que haya mujeres en todos los ámbitos, sino que reconozcamos nuestro poder y que eduquemos sobre él.
¿La música, el espectáculo, la cultura, el mundo en general sería muy distinto si se le echara más ovarios?
Creo firmemente en que las cosas serían muy diferentes si se hicieran desde los ovarios. No lo dudo.
Cuénteme su mejor secreto de belleza
Me bebo una copa de vino diaria y abrazo a alguien siempre. Quiero vivir ligera y a manos llenas.
¿Su mujer es la artífice de ese cuerpo de infarto?
Mi esposa es mi pelea constante. Cada vez que tengo un show, me peleo con adelgazar y ponerme bonita. Ella me dice: «pues te quedan bien los kilos, cariño» . Es bueno caminar con alguien que te exige ser mejor humano y no tener el mejor cuerpo.
¿Qué es lo que más le chifla y lo que más le amuerma del amor?
Cuando llega alguien a tu vida, que te hace hacer cosas que jamás te hubieras planteado hacer y que te obliga a mírarte dentro. Y amuermarme… Nada me amuerma.
¿Ama o se deja querer?
Para poder amar bien, tienes que dejarte querer primero.
¿Qué quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar a nadie?
Soy bastante preguntona…
¿Se puede ser romántica sin interrupción?
Totalmente. Y si te interrumpen, que sea por algo que merezca la pena. Ya hemos pasado mucho como para seguir pensando que el mundo se acaba sin amar.
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