Opinión
El diario de Amilibia: cómo voy a vivir sin caviar ni diamantes
“Marilyn Monroe fue parcial y discriminatoria cuando dijo que los mejores amigos de las mujeres son los diamantes”
Los EE UU han prohibido la importación de vodka, caviar y diamantes de Rusia. Se espera que la UE siga la táctica agresiva de Joe Biden para castigar a Putin: ya sólo nos falta ponerle cara a la pared con las orejas de burro, los brazos en cruz y pesados libros en cada mano. Pero ese tipo es capaz de arrojarnos los libros a la cabeza y de comerse las orejas de burro al ajillo. Pero vayamos a lo que importa: ¿cómo voy a vivir sin vodka, caviar y diamantes? ¿Cómo prescindir de mi ración diaria de caviar Beluga con chupitos de vodka frío? ¿Cómo abandonar a estas alturas mi pasión de coleccionista insaciable de piedras preciosas? Marilyn Monroe fue parcial y discriminatoria cuando dijo que «los mejores amigos de las mujeres son los diamantes». ¿Y los hombre qué, rica? Todo esto de la guerra y sus sanciones llega precisamente ahora que estaba dispuesto a adquirir el llamado Diamante Perfecto que Richard Burton le regaló a Liz Taylor. No es justo.
Para que no se diga que soy ajeno a la solidaridad en el castigo al infame sátrapa, reduciré la calefacción a los 17 grados, como mi buena amiga Ana Botín y como aconseja Josep Borrell. ¡Fuera el gas ruso!, le grito al televisor. Ordenaré al mayordomo que encienda la chimenea con troncos de encina. También le he ordenado que reduzca el 50% de vodka en los «bloody mary» del aperitivo y que no encienda todas las arañas de los salones al declinar el sol: me basta con la mitad. Hasta ahí puedo llegar en mi Nueva Etapa Ascética. Pero, por favor, que no me toquen el caviar y los diamantes.
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