Entrevista
Dani Martínez: “Mi madre sigue sin creerme”
El actor leonés se consagra como presentador en «Martínez y Hermanos», un programa nocturno en Movistar+
Él es de espíritu verbenero, de ahí esa sonrisa ladeada perpetua y esa socarronería que hasta a su madre, cuenta, le hace dudar de cuándo va o no en broma. Por eso es el ying del yang o al revés de Risto Mejide en «Got Talent» o el hermano bala de Paz en Aída por recordar su vida de cómico porque, ahora, se mete en la piel de entrevistador. De late night, sí, sí. En Movistar Plus, «Martínez y Hermanos», en donde, eso sí este leonés de pro, más que buscar denodadamente un «scoop», le apetece charlar con los amigos de postcena como si la audiencia fuéramos un «GH» y los invitados no tuvieran nada que ocultar. Porque asegura que la verdad abre todas las puertas, y de cara se consigue lo que sea. Él da la apariencia de tenerla dura. La cara, obvio. Con ustedes Dani Martínez.
¿Vio a Dustin Hofman en Lenny y quiso ser cómico o cuando vio la peli ya era demasiado tarde?
Fíjate que mi referente fue la persona que me dio luego la gran oportunidad de mi carrera. Vi a Flo en el «Missisipi» y en «El Informal» y yo quería ser ese tío.
¿Lo suyo fue una confesión del rollo: mamá quiero ser artista?
El sueño de mi madre hubiera sido la oposición. El mío, el de ser artista, era más su pesadilla.
Presentador por casualidad, animal del entretenimiento… ¿o todo son medios para conseguir el fin: ser actor?
Hay una palabra que define el principio y el fin de lo que hago: cómico. Un cómico actúa, entretiene, presenta, escribe...
¿Se puede hacer humor sin herir sensibilidades?
Creo que se puede hacer todo tipo de humor y hay que ser consciente del contexto donde lo haces. No es lo mismo un chat con tus amigos de toda la vida que un programa para toda la familia.
Cuando uno es actor, ¿cuesta que le crean?
Mi madre sigue sin creerme la mayoría de las veces. Su frase favorita es «Es que ya no sé cuándo hablas en serio o en broma».
Confiéseme que a veces interpreta para conseguir lo que quiere…
Qué va. Soy de los que piensa que con la verdad llegas antes a todos los sitios. Voy siempre de cara a la hora de conseguir cualquier cosa. Ahora bien, con 12 años para conseguir una propina...
¿Se puede ser gracioso y ocurrente sin interrupción?
Jim Carrey, si se lo propone, seguro que puede. Y con facilidad.
No me diga que, a veces, no le motiva ser un sieso…
Me gusta mucho tener conversaciones serias y trascendentales con mis amigos de toda la vida. Y luego, creo que a todos nos encanta ser un vegetal en un sofá una tarde de domingo, al ,menos de cuando en cuando.
¿La tele le devora o se ve usted capaz de domesticarla?
En la tele hay que conseguir que sea tu trabajo pero que no sea tu vida. Ese equilibrio es básico.
De repente, se ha convertido en entrevistador… ¿su reino por una exclusiva?
Yo más bien me considero un anfitrión que lleva a unos amigos a charlar cuál sobremesa después de una cena en casa.
¿Qué prefiere: un silencio interminable o una conversación que no se agota?
Soy más de conversación. Que se lo digan a mis profesores que se pasaron la vida echándome al pasillo por no callar en clase.
Alguien al que le apetezca tener delante y alguien que no le gustaría ver ni en pintura.
Me encantaría tener delante a Michael Jordan, Julio Iglesias, Richard Curtis... Ni en pintura, pongamos a Putin.
Guerra, virus, enfermedades... ¿No cree que estamos al borde del apocalipsis?
No lo sé, pero si es así que me avisen. Quiero que me pille en León.
Con Risto, ¿se ha rendido al enemigo o es que los malvados siempre tienen más morbo?
En «Got Talent España» soy el bien necesario de Risto Mejide. Yo me divierto y eso a Risto le divierte y, a veces, le mosquea. Yo necesito un Risto, como él me necesita a mí, por eso nos queremos mucho dentro y fuera del programa.
¿Qué es lo que más le chifla y lo que más le amuerma del amor?
Soy un absoluto fan de las comedias románticas en todas sus versiones. El amor es lo que mueve el mundo y también es lo que mueve mi videoteca.
¿Usted ama o se deja querer?
Amo el chocolate. Me dejo querer por el chocolate. Ambas cosas me valen.
¿Se puede ser sexy y tener esa cara de no haber roto nunca un plato?
Creo que mi cara es de haber roto más de 15 o 20 platos en mi vida
Su magdalena proustiana es ¿una mantecada de Astorga?
La mantecada de Astorga es algo que todo ser humano debería mojar en leche una vez en su vida.
✕
Accede a tu cuenta para comentar