Benny Moafi, penalista: «Daniel Sancho está en un callejón (casi) sin salida jurídica»

A medida que pasan los días, continúan aflorando nuevas pistas que permiten reconstruir el contexto y el móvil del macabro asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta, así como entender el complicado proceso legal al que tendrá que enfrentarse Daniel Sancho en Tailandia por los delitos de los que se le acusa. Los últimos indicios fueron revelados tras los resultados de la autopsia practicada a los restos encontrados del colombiano, que habría sido degollado antes de ser desmembrado por el cocinero español, según declaró este lunes el subdirector de la policía tailandesa a la agencia EFE. «Daniel le dio un puñetazo, entonces Arrieta se cayó y se golpeó la cabeza contra el fregadero, pero no murió en ese momento, sino cuando Sancho empezó a degollarle», explicaron los forenses. Tras esta nueva revelación y de cara a entender el futuro legal de Sancho, este medio se ha puesto en contacto con Benny Moafi, fundador y propietario del prestigioso bufete de abogados con sede en Bangkok, Ratchada. De acuerdo con Moafi, los resultados de la autopsia «están despejando el camino para que los fiscales presenten cargos por asesinato en primer grado. El castigo por un crimen de este tipo dependerá de si planeó el asesinato o si mató a la víctima en una disputa, pelea o en defensa propia».

Desde el 7 de agosto, el español se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de Koh Samui, desde donde deberá esperar a que se celebre el juicio. En ese lugar, la policía tailandesa ha declarado que existen «pruebas suficientes» para acusarle de homicidio premeditado, un delito castigado con la pena de muerte. Así lo anunciaron en una rueda de prensa el pasado martes, en la que también informaron de que, tras una minuciosa investigación, el caso ya estaba cerrado a falta de localizar algunas pruebas clave, como el teléfono móvil del colombiano o ciertas partes del cuerpo aun no encontradas.

El abogado tailandés corroboró la posibilidad de la pena máxima a LA RAZÓN, explicando que «si Sancho efectivamente planeó el asesinato, se enfrentará a la pena de muerte o a cadena perpetua. Sin embargo, si no fue planificado, pero de repente golpeó a la víctima y la mató, se enfrentará a la pena capital, cadena perpetua o hasta 20 años de prisión». No obstante, «en el caso de que simplemente fuera un accidente, se enfrentará a cadena perpetua o hasta 20 años de prisión. Y si lo hizo en defensa propia y puede demostrarlo, puede quedar libre o recibir una pena menor de 20 años», recalcó Moafi.

En opinión del letrado, que reside en Tailandia desde hace unos 26 años, si el imputado realmente quiere obtener un castigo leve, «debería contar una historia que implique defensa propia o de haberse visto envuelto simplemente en una pelea. Es igualmente importante saber si hay testigos del crimen o pruebas que ayuden a los fiscales a entender sus motivos». Bajo el punto de vista de las autoridades tailandesas, el hijo de Rodolfo Sancho, que confesó los hechos, lo habria hecho para evitar la condena a la que se expone en la actualidad. El subjefe de la policía tailandesa, Surachate Harparn, negó en declaraciones a EFE que su institución ofreciera «incentivos» a este para que confesara el atroz crimen y que la actual legislación tailandesa «prohíbe a los investigadores utilizar estimulos para obtener una confesión».

Un tercio de la condena

En el sistema judicial tailandés, una pena de dos décadas de cárcel puede reducirse tras cada amnistía a sólo 5 años de prisión o menos. «En caso de confesión, el tribunal generalmente le condenará a la mitad de la pena real. Es decir, puede obtener una rebaja del 50% si confiesa todo y coopera con el tribunal». De acuerdo con el experto legal consultado por este medio, el juicio puede durar de unos meses hasta un año. En este caso, «al haber confesado, la sentencia debería de ser rápida», recalcó Moafi.

En cuanto a una posible extradición, el jurista tailandés aclaró que, «siendo ciudadano español, será condenado y podrá ser extraditado a España una vez que haya cumplido un tercio de su condena o después de 8 años si es condenado a cadena perpetua. Aunque no puede ser extraditado a territorio español para un nuevo juicio, sí puede ser trasladado para cumplir la pena de prisión en el país». El chef español de 29 años, influencer, e hijo y nieto de Rodolfo Sancho y Sancho Gracia, conoció a Edwin Arrieta, de 44, hace un año a través de Instagram, donde compartieron su pasión por la gastronomía y los viajes. Tras varios encuentros, ambos se citaron en la paradisíaca isla de Koh Phangan para disfrutar de la popular fiesta de luna llena. Daniel había llegado unos días antes y comprado guantes, bolsas de plástico, un cuchillo, estropajos y lejía. El miércoles dos de agosto, tras recoger a Arrieta en su moto, pasear por la isla y cenar juntos, asesinó y descuartizó al colombiano para luego deshacerse del cuerpo en diferentes localizaciones. El cocinero español afirma haber causado la muerte del cirujano durante una pelea, después de que éste le amenazara con publicar imágenes sexuales si le dejaba. Asimismo, la policía descubrió supuestas amenazas de muerte de la víctima en el teléfono del asesino. La autopsia confirma que Sancho le degolló y fue esto la causa de la muerte, no un golpe fortuito durante una pelea en la habitación del hotel.