Fin de la batalla judicial
Bertín Osborne llega a un acuerdo con Gabriela Guillén a espaldas de la justicia
El presentador ha esquivado el sentarse frente a un juez, frenando la demanda de paternidad. Ha pactado en privado sus condiciones
La maquinaria judicial estaba puesta en marcha y esta misma semana se avanzaba que sería a mediados del próximo mes de junio cuando Bertín Osborne tendría que dar el paso definitivo. Desde hace meses que ha tratado de eludir la demanda de paternidad interpuesta por su expareja, Gabriela Guillén. El presentador no solo negó en su momento a su novio, para después reconocer que sí tuvieron una historia de amor, sino que también ha puesto en duda que el hijo que esperaba fuese suyo. El pequeño nació el pasado mes de enero, justo cuando él sentenciaba a golpe de exclusiva que no estaba dispuesto a ejercer de padre a los 69 años, pero que si la justicia le adjudicaba un nuevo vástago se haría cargo de él exclusivamente en el terreno económico. Pero antes deberían probar el parentesco mediante la correspondiente prueba de ADN, a la que él tantas trabas ha puesto. Tras ser citado por el juez, ha decidido atajar el asunto y llegar a un acuerdo privado con la paraguaya.
Con este pacto a espaldas del juez, se paraliza todo el proceso legal y se retira la demanda de paternidad a la que Gabriela Guillén se vio obligada a recurrir para defender los derechos de su primogénito. Aunque llevan meses declarándose la guerra mediáticamente, lo cierto es que el ambiente se ha relajado en las últimas semanas. Quizá porque ella se marchó a su país a presentarle a su familia su hijo, mientras que él ha optado por no hacer ruido o centrar sus polémicas declaraciones en otros asuntos, como sus experiencias íntimas reconociendo que hace maratones sexuales. También inmerso en recuperar la salud que tanto ha preocupado a sus hijas. Pero ahora se conoce que ha estado también con la mente ocupada llegando a un acuerdo amistoso con su ex para aparcar la guerra y, con ello, la demanda de paternidad.
“El momento ya ha llegado. No ha sido porque haya una citación para Gabriela, ha sido porque la demanda se paraliza”, asegura Paloma García-Pelayo en ‘Y ahora Sonsoles’. Lo hace días después de que su compañera, Beatriz Cortázar hablase con la fisioterapeuta paraguaya y le confirmase que a mediados de junio le habían citado para someter a la prueba de ADN a su hijo, para después hiciese lo propio Bertín Osborne. Al final este proceso no será necesario, pues los padres han llegado a un pacto a espaldas de la justicia, lo que facilita mucho las cosas. Un triunfo que no es tanto de los protagonistas, sino especialmente de una tercera persona que ha actuado como mediadora entre ellos para remar a favor de corriente.
Aunque la identidad de esta tercera persona se ha mantenido en secreto, ya suena con fuerza un nombre propio. Se trataría de José Luis López, popularmente conocido como ‘El Turronero’, buen amigo de Bertín Osborne. Conoce bien a Gabriela Guillén, pues ambos acudieron a una de sus ingentes fiestas, siendo esta la última cita de la pareja. Ella contó que tras esa velada terminaron discutiendo y fue ahí cuando su romance llegó a su fin. Ahora el anfitrión habría ejercido también de mediador, como así señalan desde ‘Europa Press’. Le ha recomendado parar esta batalla judicial en la que cree que su amigo saldría mal parado, al menos sí dañado en su imagen pública, y ceder a las pretensiones judiciales de la que se considera madre de su último hijo. Por ahora se desconocen las cláusulas de su acuerdo privado que les evita el enfrentamiento ante el juez, pero parece que ambas partes están conformes con lo que han firmado y que les devuelve la paz tras meses en pie de guerra.
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