Nueva guerra

Carmen Borrego, la nueva enemiga de Isabel Pantoja

La colaboradora critica a la tonadillera por rechazar cantar en Málaga, tierra que la recibió con los brazos abiertos y a la cual traicionó con Julián Muñoz

Carmen Borrego e Isabel Pantoja
Carmen Borrego e Isabel PantojaMediaset / Gtres

El rumor de que Isabel Pantoja no tiene la menor intención de cantar en la provincia de Málaga por los malos recuerdos que le trae de su etapa junto al ex alcalde de Marbella, Julián. Muñoz, ha caído como un chorro de agua fría en muchos oriundos de esa tierra andaluza. De momento, tal y como asegura Antonio Rossi, “Isabel se ha negado por activa y por pasiva a cantar en esa zona, ha rechazado cantar en Fuengirola, Marbella y Málaga”. Sigue en pie, que se sepa, el concierto previsto para julio en Nerja, pero es evidente que si rechaza los de las otras localidades, no tendría sentido que apareciera en esta.

Antonio Rossi sobre Isabel Pantoja
Antonio Rossi sobre Isabel PantojaMediaset

Una de las personas que censura ese presunto rechazo de la tonadillera es Carmen Borrego, quien ha arremetido contra la artista con frases rotundas: “Voy a hablar como malagueña. Que Isabel Pantoja diga que tiene fobia a nuestra tierra, cuando los malagueños siempre nos hemos volcado con ella en todos sus conciertos, es incomprensible, porque Málaga nunca le ha reclamado nada, y a lo mejor fue ella la que se equivocó con Málaga”. Unas afirmaciones que la convierten en la nueva enemiga de Isabel, que ni se inmuta ni está por la labor de como testar a la hija pequeña de la fallecida María Teresa Campos, con la que nunca ha tenido una amistad.

Desde que rompió con Julián, la cantante abandonó “La pera”, su amplio chalet marbellí de la urbanización Nueva Andalucía, para trasladarse con su madre, su hija Isa y su hermano Agustín a la finca “Cantora”, en Cádiz, dejando Málaga en el recuerdo agridulce de su vida. Para ella, más agria que dulce, por el asunto delictivo que le llevó a prisión, una etapa de su existencia de la que nunca habla ni le gusta que le recuerden.