Repaso
La crónica de Marta Robles: ¿Eternamente sin Podemos, Yolanda?
Yolanda Díaz, sin Podemos en la presentación de Sumar, Ana Obregón en «¡Hola!» (¡otra vez!) y un Picasso cuestionado, los protagonistas de la Semana Santa
Lunes
La semana se escribe con Y de Yolanda. Si llega a lanzarse al estrellato político la semana pasada, la habría eclipsado Ana Obregón, pero este lunes, la vicepresidenta consigue estar en todas las conversaciones. Yolanda se presenta con Sumar como candidata a la presidencia del Gobierno. Lo hizo ayer, domingo. Porque en campaña los políticos no descansan. Vestida de blanco impoluto, sin apenas maquillaje y más rubia que nunca. Empezó dando las gracias. A Ada Colau («Eres un orgullo». «Has convertido a Barcelona en un referente») al alcalde de Valencia, a Alberto Garzón, a Mónica Oltra, a Rita Maestre y a otros representantes y «representantas» de una docena de formaciones podemitas que, en el camino, fueron cambiando de nombre. No puede darle las gracias, sin embargo, a nadie de la dirección nacional de la agrupación morada, porque como no cumplió con lo que le pidieron, no fueron. ¿Qué le pidieron? Pues que se comprometiera con la celebración de primarias abiertas y que fuera la ciudadanía quien decidiera quiénes serían los candidatos de Sumar. Yolanda hizo caso omiso y se quedó sin su presencia. ¿Eternamente sin Podemos, Yolanda? Ya se verá. De momento, lo que se ve es un trasvase de votos desde el socialismo a Sumar. La izquierda se empieza a fragmentar…
Martes
Baja el paro. Casi 49.000 personas abandonan el desempleo y la cifra del paro se sitúa en 2.862.260. Es la cifra más baja en los últimos 15 años para este mes, por el efecto anticipado de la Semana Santa. Y 20.376.552 cotizantes a la Seguridad Social, la más alta de la historia en ese mes. El Gobierno celebra, aunque hayan desaparecido 6.000 autónomos y veinte mil empresas hayan echado el cierre. Núñez Feijóo dice que no entiende tanto triunfalismo cuando hay más parados que en el último trimestre de 2022 y la portavoz del Gobierno, que qué le pasa, que si está nervioso. En fin, no les hagan mucho caso. Están en modo campaña y por tanto, todos atacados.
Miércoles
Ana Obregón vuelve a la palestra. Su hija Ana también. Perdón, su nieta. Nieta nacida por deseo de su hijo a su madre, que tiene testamento ológrafo para demostrarlo. O al menos eso cuenta hoy en la revista «¡Hola!». Palabra de Ana. Aunque ella dice que Álex se lo manifestó a su padre y a ella verbalmente y el testamento ológrafo ha de ser manuscrito… Empiezan los problemas. Lo mismo da. ¿Alguien cree que se puede parar a la bióloga/actriz/presentadora y madre más aguerrida de nuestro país? El caso será carne de tertulia durante meses. Tal vez, años. Generará exclusivas y debates y tal vez algún movimiento respecto a la gestación subrogada, a la post mortem y ojalá a todas las demás…; pero Ana García Obregón se habrá salido como siempre con la suya. Solo una vez no pudo hacerlo: cuando la muerte le arrebató a su hijo. El resto, ¡a ella con críticas y problemas legales o morales, después de lo que ha sufrido! ¿Qué existen contradicciones como la de exponer a la niña en la portada de una revista sin pixelar cuando ,supuestamente, lo consiguió ella? Pues sí, pero es que no fue ella… Bien lo sabemos Javier Urra y yo. Y ahí lo dejo, porque en esta película (¿habrá pensado ya Ana en llevar su vida al cine?) eso es lo de menos.
Jueves
Se cumple el 50 aniversario de la muerte de Picasso, un artista, como tantos, ahora cuestionado. Era un genio. No una buena persona. No se portó bien con ninguna de sus parejas. Dos de ellas se suicidaron años después de su relación. Algunas recibieron maltrato no solo psicológico sino también físico. Si cometió algún delito, ha prescrito. Su genialidad no lo hará nunca. ¿Hubiera sido deseable que se le juzgara y condenara por alguna de sus acciones? Desde luego. Pero no se puede mirar el pasado con los ojos del presente. El ser humano va errando y aprendiendo. Y a veces tropieza de nuevo con la misma piedra. Si un artista -o cualquier otra persona- comete un delito, a la cárcel. Se le podrían quitar hasta los derechos de su obra. Pero no tiene sentido castigar a la humanidad arrebatándosela. Hago dos preguntas al final de mi ensayo «Lo que la primavera hace con los cerezos»: Si descubriéramos que Fleming había sido un asesino en serie, ¿dejaríamos de usar antibióticos? ¿Apagaríamos el mundo si lo hubiera sido Edison?
Viernes
Despido la semana con la tristeza de la muerte de dos personas a las que apreciaba y admiraba: Josep Piqué, el brillante, dialogante y sereno exministro, y Joana Caparrós, la luchadora incansable y siempre solidaria creadora de «Woman Together». Descansen en paz.
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