Opinión

El diario de Amilibia: ¿El Apolo de la Moncloa gafó a Melody?

"Lo de Melody no se queda ahí: resulta, y no es coña, que su próximo disco se titula «El apagón». Debería enviárselo a la Moncloa con una dedicatoria: «Te deseo lo mejor, Pedro»."

Captura del encuentro entre Pedro Sánchez y Melody en La Moncloa
Pedro Sánchez muestra su apoyo a Melody en Eurovisión: "Nuestra diva"@sanchezcastejon

Antes de interpretar «Esa diva» en Eurovisión, Melody fue recibida por el Apolo en la Moncloa y contó que le había dicho que disfrutara mucho y que le deseaba lo mejor. «Te deseo lo mejor, Melody», y la dejó en el antepenúltimo puesto. No quiero insistir en la teoría del gafe, pero después del volcán, la dana, el apagón, el caos ferroviario (aquí puede repartirse la gafancia entre Él y Óscar Puente), los wasaps, etc., solo nos faltaba otro gran chasco en Eurovisión. Eso sí, un chasco que el Apolo, por arte de birlibirloque, ha utilizado para resucitar Eurovisión como fenómeno político de última hora. Antiisraelí, por supuesto.Lo de Melody no se queda ahí: resulta, y no es coña, que su próximo disco se titula «El apagón». Debería enviárselo a la Moncloa con una dedicatoria: «Te deseo lo mejor, Pedro».

Einstein dijo: «Dios no juega a los dados con el universo». Stephen Hawking le refutó: «Dios no solo juega a los dados, sino que a veces los lanza donde no podemos verlos». Stephen se refería, creo, a los agujeros negros. Ahí está la cuestión: el Apolo de la Moncloa no solo juega a los dados con España, sino que, pese a utilizarlos cargados de plomo, le cae, nos cae, desgracia tras desgracia, o sea, que no acabamos de salir nunca del agujero negro o de gusano. Leo lo que dijo el Papa León XIV en su primera homilía: «Fui elegido sin tener ningún mérito, y con temor vengo a ustedes como un hermano». Me encanta este Papa que duda del acierto del Espíritu Santo en su elección por lo que conlleva del derecho a contradecirse y de crítica a la ortodoxia. Y si el Papa viene con temor, no se puede imaginar como andamos por aquí. ¿Creerá Su Santidad en los cenizos?