Opinión
El diario de Amilibia: Parece que no fue un ovni
"Quizá sea gafe y ante Él nada pueden las meigas de Alberto Núñez Feijóo. Ni los más eruditos hermeneutas del sanchismo supieron desentrañar el aviso para evitarnos el bochorno del apagón tercermundista"
De las duras pruebas a las que nos está sometiendo el Apolo de la Moncloa, quizá con la recta intención de prepararnos para el Apocalipsis, se aprenden muchas cosas a nada que nos fijemos un poco. Aprendimos mucho del Covid, la Filomena, el volcán de La Palma, la dana valenciana y alguna otra crisis que se me olvida; porque ese es el problema: aprendemos mucho, pero se nos olvida al día siguiente. Memoria de pez para sobrevivir felices: ya está ahí el puente del primero de mayo y el Día de la Madre, qué más queremos. No quiero insinuar, válgame Zeus, que Él tenga la culpa de todo; la culpa, está clarísimo, la tenemos todos porque no sabemos interpretar sus señales divinas, sus mensajes subliminales o encriptados. Pero si ni tan siquiera aprendimos algo de la serie «Apagón».
Ejemplo de mensaje subliminal. El Apolo escribió el siguiente tuit para felicitar al Barça, campeón de la Copa: «Final eléctrica en la Copa del Rey. De las que hacen afición». Ahí está: menciona la palabra eléctrica y se va la luz. Quizá sea gafe y ante Él nada pueden las meigas de Alberto Núñez Feijóo. Ni los más eruditos hermeneutas del sanchismo supieron desentrañar el aviso para evitarnos el bochorno del apagón tercermundista. Porque este vejestorio, si lo llega a saber, mete todo lo del frigorífico en una bolsa isotérmica o en la neverita portátil de mi vecina. Por lo menos. Aunque los portugueses, también a oscuras, achacaban el apagón a «un raro fenómeno atmosférico ocurrido en España», mis analistas habituales opinan que no parece que lo provocara un ovni «Pegasus».
Yo me inclino más bien por los vendedores de kits de emergencia. Ah, y el presi pierde mucho en la radio: no se le ve la cara grave y compungida de las crisis. Una pena.