El diario de amilibia: La próxima vez responde, Ana

Si, como nos tememos algunos, la propaganda está sustituyendo a las ideologías y la mentira a la verdad, el verdadero caballo de Troya de esta campaña electoral, al margen de los temores de Yolanda Díaz con Podemos y el mando a distancia de Pablo Iglesias, va a ser esos 440 millones de euros para publicidad institucional que el Consejo de Ministros aprobó el mismo día de la proclamación del 23-J como la madre de todas las batallas que los españoles hayan visto jamás desde las playas. Vamos a tener la cara del Inmortal o Superman (a elegir) y sus múltiples milagros (el César victorioso de la pandemia, la subida de las pensiones…) hasta en el gazpacho. Eso en la propaganda directa, porque en la indirecta, cada vez menos subliminal, nos van a abrumar.

Con tanta pasta en la faltriquera, ya intuimos por dónde se pasa Isabel Rodríguez, ministra portavoz de su Amo, los dos avisos y el expediente de la Junta Electoral por hacer campaña descarada y constante contra el PP desde su privilegiado pedestal. Eso sí: ataca a Feijóo con una sonrisa fresca digna de un anuncio de Colgate. También merece aplausos su maquillador: logra en cada comparecencia que apenas se le note el crecimiento imparable de la nariz (síndrome Pinocho). Ana Obregón recibió una llamada de su hijo Aless, el hijo muerto. Dice que fue un momento mágico, una señal. Pero Ana no se atrevió a responder y así hemos perdido la gran ocasión histórica de recibir noticias fidedignas del Más Allá.

Ya nunca lograremos saber, por ejemplo, si Él, Pedro el Inmortal, ascenderá al cielo en carne mortal durante esta campaña y desde allí nos cantará con serafines y querubines. Una pena. La próxima vez responde a la llamada, Ana.