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Testimonio

Encarnita Polo de cerca: mis juergas nocturnas con la reina del flamenco pop

Para los que conocimos muy de cerca a Encarnita Polo su muerte ha sido todo un shock. Estaba harta de fiestas y del bullicio de la gran ciudad

Encarnita Polo CRISTINA BEJARANOLA RAZÓN

Era un torbellino de mujer, una amiga inolvidable. Para los que conocimos muy de cerca a Encarnita Polo su muerte ha sido todo un shock. La última vez que hablé con ella me dijo que lo hacía conmigo como amigo, pero que no quería hacer una entrevista. Había dejado de vivir en Madrid para retirarse de todo y de todos. Estaba harta de fiestas y del bullicio de la gran ciudad, necesitaba tranquilidad.

El tono de su voz dejaba entrever que no se encontraba bien, que las desdichas del pasado hacían mella en sus pensamientos del presente. Echaba de menos los éxitos de sus años más gloriosos, los del «Paco, Paco, Paco», casi un himno de la música pop de nuestro país.

Un trágico final inesperado

Encarnita falleció ayer a los ochenta y seis años, en la residencia Decanos de Ávila. En el momento de escribir estas líneas la Policía investigaba las causas de su muerte, porque existen datos de que podría haber sido agredida violentamente por otro residente con un resultado fatal. Los primeros indicios apuntan a que fue estrangulada. El presunto asesino es un anciano octogenario con antecedentes de agresividad que ha sido internado en la unidad de Psiquiatría de la residencia.

encarnita polofotoLa Razón

Es su hija Raquel la que nos confirma el fallecimiento de su progenitora: «Ha muerto, sí, ante todo era una mujer fuerte, divertida y con un carácter único. Una cantante y actriz inolvidable, una pionera del flamenco pop cuya voz y personalidad marcaron a varias generaciones. Siento un dolor inmenso y solamente pido privacidad para poder vivir este triste momento de duelo en silencio y en paz».

Me vienen a la mente las juergas nocturnas con su madreselva en las que nos juntábamos un buen grupo de amigos, algunos ya fallecidos, como Paloma Cela. Antes de retirarse de la vida pública solía celebrar todos los años su cena de cumpleaños en Casa Juan, muy cerca de la madrileña plaza de Castilla. Al final, todos acabábamos cantando el «Pepa Bandera» y el «Paco, Paco, Paco».

Una mujer llena de vida

La anfitriona nos contagiaba a todos con su alegría, era una persona divertida, llena de vida, nunca la vi derramar una sola lágrima, ni tan siquiera cuando sufrió serios problemas económicos o tras la dura ruptura matrimonial con Adolfo Waitzman, el padre de su hija. Tampoco la vi flaquear cuando le diagnosticaron un cáncer de mama, me dijo, convencida, «esta batalla la voy a ganar, nunca pienso venirme abajo ni tirar la toalla». Era valiente y con una fortaleza increíble.

Inventora del flamenco pop

Nacida en el sevillano barrio de Triana, desde muy niña vivió en un ambiente familiar en el que el flamenco y la música estaban a la orden del día. Con el paso del tiempo se convirtió en la inventora del flamenco pop, un icono para toda una generación que bailaba sus grandes éxitos y la subía a lo más alto. Fue una de las cantantes españolas más queridas, todo un ejemplo para las que siguieron su estela en una profesión tan dura y difícil como la suya.

Encarnita Polo, sin su Paco, Paco, Paco... en la cocinalarazon

Nadie se esperaba este final tan trágico. Su hija permanece en silencio cuando se le menciona el tema de la agresión, prefiere esperar a que las autoridades dicten sentencia. Encarna no se merecía una muerte tan brutal y tan sorprendente.