Lo que comenzó como un momento romántico captado por la "kiss cam" en un concierto de Coldplay en Boston se ha transformado en el fenómeno viral más inesperado del verano. El protagonista: Andy Byron, hasta hace unos días CEO de Astronomer. A su lado, Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de la misma empresa. El problema: ambos estaban casados... con otras personas.

La escena -ellos besándose sin saber que estaban siendo grabados en directo- se convirtió en un torbellino mediático que ha superado los 100 millones de visualizaciones. Pero si bien a Byron y Cabot les ha costado su futuro profesional -él dimitió y ella fue apartada-, al resto del mundo les ha unido en carcajadas y creatividad online.

El beso ha pasado a ser meme internacional, replicado, editado y parodiado sin descanso en redes sociales. La reacción no se ha limitado a internet: este fin de semana, en ligas deportivas estadounidenses, los asistentes que aparecían en la "kiss cam" imitaban la escena… pero evitando el beso con fingido pánico, en una divertida tendencia que ya tiene nombre: "el efecto Byron".