
Confesión
Anna Wintour rompe el silencio sobre "El diablo viste de Prada"
La mujer más poderosa de la moda confiesa cómo vivió verse reflejada en Miranda Priestley, mientras prepara su transición en "Vogue"

Han pasado casi veinte años desde que Meryl Streep se enfundara en un abrigo de piel blanca, pronunciara con frialdad "That’s all" y redefiniera para siempre la imagen de la editora de moda todopoderosa. Y, tras dos décadas de silencios diplomáticos, Anna Wintour ha hablado por fin de lo que sintió al ver "El diablo viste de Prada", la cinta que, con presupuesto de 40 millones de dólares y una taquilla global de más de 326 millones, la convirtió en un personaje de ficción tan inolvidable como polémico.

En una reciente entrevista con el periodista David Remnick para el pódcast The New Yorker Radio Hour, la editora británica recordó con humor la noche del estreno en 2006. "Fui vestida de Prada, sin tener idea de lo que trataba el film", contó. "En la industria había mucha preocupación por cómo me iban a retratar, si iba a sentirme incómoda".
La temible Miranda Priestley
La respuesta de Wintour, sin embargo, estuvo lejos del escándalo. Lejos de sentirse caricaturizada por la temible Miranda Priestley, aseguró que disfrutó cada minuto: "Fue fantástica. Tenía a Meryl Streep, Emily Blunt… todas estaban increíbles. Me divertí mucho viéndola. Incluso hablé con Miuccia Prada y le dije: ‘el nombre te ha beneficiado mucho’".

Que Anna Wintour, la mujer que ha definido el gusto de la moda durante más de tres décadas desde la dirección de "Vogue US", confiese que se divirtió viendo cómo el cine convertía su sombra en mito es algo más que una anécdota. Es una declaración de seguridad en sí misma y, quizás, de reconciliación con un personaje que nunca dejó de acompañarla.
Durante años, la "dama de hielo" había sorteado la cuestión con frases medidas. En 2023, en una entrevista con la BBC, se limitó a sentenciar: "El público y la gente con la que trabajo deben decidir si hay alguna similitud entre Miranda Priestly y yo". Ahora, por primera vez, baja la guardia y reconoce haber disfrutado del reflejo que el cine le devolvió.
La confesión coincide con un momento de transición profesional clave. Wintour ha anunciado que dejará su puesto como directora de "Vogue" en Estados Unidos, aunque mantendrá sus responsabilidades como directora de contenido de Condé Nast y como directora editorial global de la marca. Un movimiento que confirma que, aunque cierre una etapa, sigue siendo la pieza central del engranaje editorial más poderoso del mundo.
Y mientras la editora más influyente de la moda da este paso al frente, Hollywood prepara el regreso de su alter ego cinematográfico. La secuela de "El diablo viste de Prada" ya está en marcha, con Meryl Streep, Anne Hathaway, Emily Blunt y Stanley Tucci confirmados. El estreno está previsto para mayo de 2026, justo cuando Wintour estrene también una nueva versión de sí misma: menos atada a un cargo, pero igual de decisiva en la industria.
La pregunta, inevitable, se cuela entre bambalinas: ¿volverá Anna Wintour al cine, aunque sea de manera indirecta, a través de Miranda Priestley? Y, lo más importante, ¿volverá a divertirse viéndose en esa mezcla de ficción y realidad que ya forma parte de su leyenda?
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