¿Solo amistad?

La escapada más especial de Kiko Hernández para celebrar el cumpleaños de Fran Antón, su íntimo amigo

El colaborador de "Sálvame" y el actor han sido vistos en Nueva York, entre rumores de que mantienen una relación que va más allá de la amistad

Fran Antón y Kiko Hernández
Fran Antón y Kiko HernándezLa RazónRRSS

En los últimos meses suena con fuerza un nuevo nombre que podría convertirse en uno de los más habituales de la crónica social. Se trata de Fran Antón, el íntimo amigo de Kiko Hernández que desde “Sálvame” señalan como “algo más” que un colega del colaborador. Las imágenes que han trascendido de los dos juntos no dejan lugar a dudas y la complicidad entre ellos se hace evidente, pero, de momento, se desconoce si sus sentimientos son más profundos que los de la amistad.

Kiko Hernández ha negado en varias ocasiones que mantenga con Antón una relación de pareja, pero los hechos hablan por sí solos, y recientemente se han sucedido sus viajes de pareja (de amigos). El último de ellos se ha producido con motivo de una fecha muy especial: el cumpleaños de Fran, y juntos han puesto rumbo a un destino muy especial y lejano, Nueva York.

Tal y como ha explicado Jorge Javier Vázquez, Kiko Hernández suele trabajar los martes en “Sálvame”, pero esta semana se ha pedido el día libre para poder celebrar el cumpleaños de Fran Antón al otro lado del charco, muchas molestias para tratarse de solo un amigo…

Fran Antón y Kiko Hernández
Fran Antón y Kiko HernándezTelecinco

Uno de sus últimos viajes fue a Melilla, la tierra natal del actor, y desde el mismo programa se apuntó que Hernández ya había conocido a la familia de su íntimo. Del mismo modo, él ha hecho muy buenas migas con las hijas pequeñas del colaborador de “Sálvame”, y suelen apuntarse a los planes de su padre y su colega siempre que pueden.

Aunque Kiko Hernández ha intentado quitar hierro a este asunto en varias ocasiones, presentando a Fran Antón solo como un amigo del trabajo, lo cierto es que ya se ha demostrado que su vínculo es mucho más estrecho de lo que el tertuliano ha querido reconocer. He aquí la pregunta: si no hay nada que esconder, ¿por qué tantos esfuerzos en ocultarse?