Vida
Fátima, el gran amor del futbolista Lamine Yamal
El joven de 17 años se ha convertido en la nueva estrella del fútbol español
Poco se sabe de la vida privada de Lamine Yamal, el gran descubrimiento futbolístico del momento. A sus diecisiete años es una de las estrellas del Fútbol Club Barcelona y candidato al Balón de Oro, un fenómeno del balón.
Pero, fuera del terreno de juego, de los entrenamientos y los partidos, es un chaval algo timido, muy sencillo, humilde y fiel a sus amigos del barrio y del colegio.
En el plano de los sentimientos el gran amor de su vida es Fátima. No se trata de una novieta, sino de su abuela, confidente y guardián de sus secretos. Ella es su mayor consejera, y Lamine la obedece en todo. Por ejemplo, le pidió que no vista de negro, porque cree que es un color que no le favorece, que muestre siempre una amplia sonrisa y que cuide sus padres. Ordeno y mando. Es pasión lo que siente por ella su nieto.
Además, sabemos que su cantante favorito es Morad, su serie preferida es “Breaking bad”, y es fiel seguidor de los programas televisivos gastronómicos, de hecho se ha apuntado a un curso de cocina. Los que le conocen bien dicen que se mueve con soltura entre fogones. Y que le gusta preparar comidas en su casa para sus familiares y amigos.
Uno de sus sueños era coincidir en el mismo equipo liguero con su íntimo Nico Williams, e intentó convencerle para que fichara este verano por el Barcelona. No pudo ser, y Lamine se llevó un gran desengaño.
Que se sepa, su mejor amigo es un joven de su edad con el que sale de vez en cuando por alguna discoteca de su barrio, aunque le duele haber perdido el anonimato de antaño, porque ya no puede salir como antes porque sus admiradores le paran constantemente. Y aún no se ha acostumbrado a los rigores de la popularidad.
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