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Entrevista

Fey: "El mundo no debería tener fronteras"

Junto con las cantantes Marta Sánchez y Ana Bárbara prepara la gira "Dancing queen": todo un alegato vital

Fey Cedida

Fue icono de la música en España en los años en los que también triunfaban Enrique Iglesias o Laura Pausini. Tres décadas, 35 discos de oro después, María Fernanda Blasquez-Gil (Ciudad de México, 1973), idolatrada como Fey, retoma su gira «Dancing Queens» junto a Marta Sánchez y Ana Bárbara el 20 y 21 de junio en su país natal. De orígenes españoles, hemos hablado con la intérprete de «Azúcar amargo», con más de dos millones de seguidores en redes, durante su visita a Madrid con motivo del Festival Love los 90’, tras su éxito por los Estados Unidos y México con «Hits tour». Y nos ha dejado una promesa: «Os aseguro que en el próximo viaje a España me traigo a mi hija Isabel y nos pasamos aquí un mes». Queda apuntado.

Fey, ¿qué es lo que más le ha costado en este carrerón y dónde están sus expectativas?

No debes olvidarte nunca de quién eres en esencia en vez de perderte en el personaje. Mantener tu vinculo con tu familia y tus hijos. Yo, como artista, agradezco seguir teniendo el cariño y que me abran las puertas de sus casas tantos años después.

Junto a Marta Sánchez y Ana Bárbara prosigue su gira «Dancing Queens». Lo suyo con la madrileña es un auténtico flechazo artístico…

Sí, viví en España cuando tenía ocho años y lo primero que escuché fue Marta Sánchez, que me volvía loca su voz, y Mecano. Así que cantar con Marta es un sueño.

De abuela gallega y padre madrileño y músico, ¿qué cuenta de esta tierra cuando vuelve a la suya?

Es un mundo de recuerdos, de olores, me da pena no poder ver ya a mis abuelos y siento nostalgia. En España, tengo sensación de familia, los Gil y los Blasquez. Es una emoción gigantesca, me siento agradecida por la vida y el universo que me invitaran a cantarles después de tanto tiempo y espero que mi sencillo con Marta, la reedición de «Azúcar Amargo», funcione muy bien. Creo que mis abuelos españoles estarían orgullosos de mí. Ahora no ha podido ser pero os aseguro que en el próximo viaje me traigo a mi hija Isabel y nos pasamos aquí un mes.

Con 20 años cantaba «Media Naranja». Una canción que tiene 62 millones de escuchas en Spotify. ¿Cómo ha cambiado su visión del amor?

Hace tiempo que reconocí que les mentí a todos porque no existe la media naranja (risas). No venimos a este mundo a buscar otra mitad si no a recordar quiénes somos.

¿Qué fue lo mejor y lo menos bueno de haber sido tan famosa en los años 90?

Aunque te lo creas, soy muy introvertida. Me ponía muy nerviosa que me reconocieran por la calle, pero lo que más amo ahora es el cariño de la gente, que me consideren parte de su historia. Por esta timidez, he sido muy criticada por mi hija, porque nunca la llevaba al trabajo, pero me empezó a descubrir con amigas y papás de las amigas y a partir de eso empezó a entender qué ha pasado con mi vida y por qué actuaba así.

Debutó en su carrera con 17 aunque vendieron que era algo más mayor. El 21 de julio vuelve a cumplir. ¿Presume de la cifra?

Pues sí, ahora sí, tengo 51… La edad no me la tomo muy en serio, porque unos días siento que tengo 180 años y otros días 20.

Puso de moda las camisas amarradas y los pañuelos cowboy para «llevar la contraria». Ahora sigue con una imagen muy natural, frente a los excesos estéticos. ¿Es rebeldía?

Tengo buena genética, la madre de mi madre tiene 95 años, así que será gracias a ella. Cumplo 52 en julio y tengo mucha suerte. También creo que lo que tienes dentro es lo importante, no tienes que hacerte tanta cosa en la cara y en el cuerpo. Como les digo a mis amigas, llega un momento en que una se enamora de sí misma y de la vida y no importa nada más.

También fue una de las estrellas de la mítica película «El bar Coyote» y rechazó hacer más cine. ¿Con qué historia volvería a la gran pantalla?

Una vez nos propusieron hacer mi biografía y que me interpretaría mi hija, pero ella se parece más a su padre. Me encantaría contar la historia de sus abuelos, que huyeron de la guerra, cómo llegaron a Argentina, esas vidas siempre son muy lindas.

¿Thalia o Paulina Rubio? ¿Con cuál de estas otras estrellas mexicanas haría match?

Las dos me parecen fenomenales, han marcado generaciones, modas, somos muy afortunadas por ser iconos de la comunidad gay. Las tres cantamos al amor. Quizá con Thalia, porque tenemos un público parecido.

«Soy pro mexicano y estoy con los latinos» Esta confesión nos la hizo su compatriota, el cantante Alejandro Fernández, tras el triunfo electoral de Trump. ¿Cómo analiza ahora los disturbios de Los Ángeles?

El mundo debería ser un lugar sin fronteras, que fuéramos ciudadanos del mundo y donde deben mandar los más inteligentes de cada lugar.

Unas declaraciones suyas sobre el feminismo causaron cierto revuelo en su tierra. ¿Se le malinterpretó?

Debemos dejar de buscar pelearnos con lo opuesto y reencontrarnos de manera sana. Cuando dejamos de pelear y hacemos equipo hombres y mujeres nos divertimos más. En los años setenta a los homosexuales en España los encerraban. Somos un tipo de flor distinta con la misma esencia.