Un gran dolor

Un íntimo amigo de Encarnita Polo tumba los ataques de Rappel y defiende el dolor de la hija

La hija de la artista “está muy hundida”. Antonio Montiel detalla por qué la cantante se mudó a Ávila, cómo era su vida y el dolor de Raquel Waitzman

Encarnita Polo junto a su hija Raquel Waitzman
Encarnita Polo junto a su hija Raquel WaitzmanCedida

La muerte de Encarnita Polo ha conmocionado España. No solo por el vacío que deja por su ausencia, sino especialmente por las circunstancias que rodean a su fallecimiento a los 86 años. Según investigan las autoridades, su muerte no se debe a causas naturales, sino que se produjo de forma violenta en la residencia de ancianos en la que se encontraba. Un centro especializado en el cuidado de personas mayores de Ávila, donde su hija le ingresó para ayudarla a sobrellevar el avance de un supuesto deterioro cognitivo que había comenzado a desarrollar por culpa de una enfermedad.

Son muchas las incógnitas que rodean aún a lo sucedido en la residencia de Ávila donde la estrella del pop patrio ha perdido la vida. Su amigo, el pintor Antonio Montiel, ha querido arrojar más luz a su situación, así como desmentir algunas informaciones vertidas recientemente por otros que también se ponen frente a los micrófonos a defender su amistad, como es el caso de Rappel, muy crítico con la familia. El artista malagueño ha detallado cómo se encontraba Encarnita en esta última etapa, quién ha estado a su lado y quién no, así como el estado de su hija Raquel, quien ha velado por el cuidado de su madre hasta sus últimos días.

Raquel, “muy hundida” por la muerte de su madre

Antonio Montiel ha concedido una entrevista para ‘Hola’ para defender la memoria de su amiga y su situación en Ávila. Reconoce que ha tenido más difícil hablar con ella cuando se trasladó desde Madrid, pero que “el problema ha sido cuando su hija me comunica que su madre tiene principio de Alzheimer. Y ya el teléfono ella no lo tenía tan a mano.Raquel quería que tuviera privacidad, a los amigos nos costaba hablar con ella”. El pintor se queja de que Encarnita perdió gran parte de su autonomía y libertad cuando se trasladó a Ávila para estar cerca de su hija, aunque entienda el motivo de esta decisión.

Encarnita Polo y Antonio Montiel
Encarnita Polo y Antonio MontielCedida

Subraya que madre e hija eran bien distintas en la forma de entender el mundo y relacionarse con la gente: “Raquel es otro carácter distinto a Encarnita. Ella era de sus fiestas, de sus amigos, muy sociable. Su hija es todo lo contrario. Siempre le decía: ‘Pero mamá por qué has dicho eso o por qué te has metido en esto’. No le gustaba que contara sus cosas”. La hija se preocupaba de proteger a su madre de la repercusión de sus declaraciones y se aseguró que viviese una última etapa tranquila, bien cuidada, en la que no le faltase lo básico.

Un logro que le reconoce su amigo: “A Encarnita nunca le faltó de nada, eso de la ruina que ha contado Rappel es mentira”. Para Antonio Montiel, el vidente no ha acertado tampoco a la hora de valorar la situación de la artista y la labor de su familia, cargando contra la hija a quien incluso dice no querer ver en el funeral: “Rappel tampoco tenía una relación muy estrecha con ella, no lo comprendo por qué ha dicho eso, ni tenía pisos, porque los vendió para comprar otro que luego le quitaron y se tuvo que ir de la casa. Las joyas también las vendió hace años”.

Tampoco cree que estuviese aislada del mundo, aunque sí más retirada: “Se fue a vivir a Ávila porque su hija se había ido a Ávila con su marido y su hijo, porque quería vivir en una casa, más que en un piso, y se fueron a un chalé adosado. Además, Encarnita vivía de alquiler en Madrid y su hija la tenía que ayudar. Se fue a Ávila, a un piso que estaba bastante bien, peri cuando empieza a tener lagunas su hija decide llevársela a su casa. Allí Encarnita tenía su propia habitación, con televisión y todo, y así estuvo hasta mayo de este año. Vivió con su hija, en su casa, desde hacía un año y pico, hasta el pasado mes de mayo, porque ella hasta ese momento vivía independiente”.

Pero fue ingresada en la residencia Los Decanos de Ávila “cuando empieza a tener lagunas y su hija ya no puede ocuparse tanto, porque está trabajando”. Ahora que se investiga un posible estrangulamiento por parte de otro residente, Raquel está “muy hundida”. Así lo reconoce Antonio Montiel, íntimo amigo de Encarnita Polo, que tiene pendiente hacerle una llamada: “La llamaré cuando pasen unos días, porque un amigo muy cercano de ella me ha dicho que está muy hundida. Él es el que me lo contó todo. Raquel no quiere hablar ahora mismo con nadie y yo no la quiero molestar. Quiero que pasen unos días”, confiesa, a la vez que reconoce que cuando le informó de la muerte de la artista, no se habló del asesinato.