Entrevista
Irene Villa: "Me llevo bien con mi exmarido, pero no hasta el punto de invitarle a mi boda"
La psicóloga desgrana detalles de su boda de este sábado e incide en lo bien que se lleva su todavía novio con sus tres hijos
El próximo sábado, 21 de septiembre, será un día muy especial para Irene Villa (Madrid, 1978) y su pareja, David Serrano. Ese día se unirán en matrimonio en el monasterio burgalés de Santa María de la Vid, de Burgo de Osma, tras casi tres años de relación sentimental. La periodista, escritora, psicóloga, además de deportista de esquí alpino adaptado, es rotunda al manifestar que «David y yo estábamos predestinados el uno para el otro. Al final, lo que pides llega a tu vida. Yo lo pedí, lo deseé y lo tengo», declara. Hasta este lugar se desplazarán los invitados como es el caso de María casado y Paz Padilla. En la boda va a cantar Cristina Serrato, la hermana de David, y «también tendré al mejor saxofonista, Miquel Sueiras», apunta la deportista.
Esta será la segunda boda de Irene, que ya estuvo casada anteriormente con el argentino Juan Pablo Lauro. Su relación sentimental comenzó en 2011 y se separaron siete años más tarde. Fruto de aquel matrimonio nacieron tres hijos, Carlos, Gael y Eric. Lauro también tiene planes de boda con la cantante Nuria Fergó. Precisamente serán los hijos de Irene y Carlos los encargados de llevarla al altar. «Van a estar conmigo. Son los que me van a llevar al altar y van a hablar, que les encanta».
¿Se casa por la Iglesia?
No será una boda religiosa, sino por lo civil. La celebraremos en el exterior del monasterio. De todas formas, el padre Ángel ya nos dio su bendición el año pasado.
¿Será una gran celebración?
Ese día queremos que sea un acto con la familia y los amigos más cercanos. Unos ciento cincuenta invitados. Ya estamos en «capilla» como aquel que dice. Hace unos días estuvimos resolviendo el papeleo en el Registro Civil.
¿Quiere decir que ya están casados?
No, la firma matrimonial será el 21. Pero había que dejar listos algunos documentos.
Habrá una segunda celebración…
El 4 de octubre haremos esa segunda celebración en Madrid con mucha más gente. Ahora mismo me siento contentísima y feliz…Estoy deseando convertirme en la esposa de David.
¿Está nerviosa?
No son nervios, pero tampoco estoy muy tranquila.
Su exmarido, Juan Pablo Laura, también se casa con la cantante Nuria Fergó. ¿Está invitado a su boda?
Mantenemos una relación cordial por el bien de nuestros hijos, pero no hasta el punto de invitarle.
¿Y cómo se lleva David con tus tres hijos?
Fenomenal. Están muy unidos. Se ha generado una gran conexión entre ellos. Para mí es un triunfo, que todo se desarrolle así.
Porque esa era la base de que la relación funcionara...
Pues sí, no quiero ni imaginarme que David no hubiera congeniado con mis niños. Gracias a Dios, en este sentido, formamos los cinco un buen equipo.
Por el momento, su pareja vive y trabaja en Soria y usted, en Madrid. La última vez que hablamos me dijo que no pensaban vivir juntos…
Pues cada vez estoy más convencida de vivir con él. Cuando nos separamos, lo paso fatal. Mi madre piensa que la convivencia acaba muchas cosas y que es mejor vivir separados, pero David y yo somos muy parecidos y nada difíciles de llevar. Lo malo es que él tiene su trabajo en Soria y yo a mis hijos en el colegio en Madrid. Ya veremos si se puede arreglar…
Estuve en su primera boda y creo que en esta segunda está disfrutando más con los preparativos.
Es que todo está siendo más de mi gusto, cuando tienes más de cuarenta años lo ves todo más claro.
¿Qué puede adelantarnos de su vestido nupcial?
Que es un diseño muy bonito de Silvia Fernández y yo le he dado algunas pautas de detalles que me gustan. Como te decía, cuando ya tienes otra edad las ideas están muy claras y es todo más sencillo de organizar.
El pasado fin de semana montaban una despedida de solteros conjunta.
Sí, fue muy divertida, yo me puse una peluca de color azul y al igual que David utilicé un antifaz. Fue nuestro último sábado de solteros antes de la boda.
¿A dónde se van de luna de miel?
A tierras mexicanas, a Cancún.
¿Y qué aporta David a su vida, aparte de cariño?
Principalmente, paz, serenidad y mucha calma. Estoy realmente convencida de que me ha tocado el premio gordo de la lotería al conocerle.
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