
Entrevista
Lola Lolita: "Me infravaloro mucho y me critico a mí misma demasiado"
Tiene 23 años y genera millones de euros en publicidad. ¿Su próximo reto? Capitanear la Escudería Prime de Amazon en la competición Kart Royale, que tendrá lugar el 18 de octubre en Granada. Hablamos con ella de sus retos, inseguridades y metas

No hay reto que se le resista. Tras ponerse a prueba en «El Desafío» de Antena 3, la influencer Lola Lolita –con más de 13 millones de seguidores en redes sociales– se prueba como piloto de carreras de la mano de Kart Royale, que cuenta con Amazon como patrocinador oficial. La creadora de contenido será capitana de la Escudería Prime, que competirá en el circuito urbano de Granada el próximo 18 de octubre, liderando un equipo formado por su hermana, Sofía Surfers, y Álvaro Suárez.
“Al igual que Prime ofrece, entre otras cosas, envíos rápidos y el mejor entretenimiento, Kart Royale ofrece la adrenalina y la velocidad de las carreras de karts con el entretenimiento del mundo de los videojuegos. Estamos muy contentos de formar parte de este proyecto y, sobre todo, de hacerlo de la mano de un equipo tan increíble” afirmó Eva Morales, responsable de calidad y experiencia de entrega de Amazon para Europa.
Este martes 27 de mayo dio su primera vuelta de reconocimiento a lomos del kart, aunque a una velocidad mucho más reducida que la que sentirá el día de la carrera. Sus entrenamientos no han hecho más que empezar…
-¿Cómo ha ido esta primera carrera?
Ha ido bastante bien porque la velocidad está limitada, pero lo disfrutaré bastante más cuando sea la carrera de verdad, el 18 de octubre. Ahí nos van a aumentar la capacidad de velocidad de cada coche, así que de momento estoy estoy tranquila.
-¿Le gusta la velocidad?
No mucho porque soy bastante precavida. Mi hermana y Álvaro sí son más atrevidos, pero me he concienciado de que tengo que ser la más rápida, como las entregas de los clientes Prime de Amazon. Cuando sea la hora de la verdad, lo daré todo.

-Además de pilotar va a ser capitana. ¿Qué cualidades tiene para dirigir el equipo?
Voy a ser una buena capitana porque soy muy mandona, y una buena jefa tiene que mandar y llevar a sus secuaces a rajatabla. Los voy a llevar enfilados.
-Le gusta asumir nuevos retos, ¿qué va a ser lo siguiente?
Lo más próximo es el Lola Lolita Land 2025, y después lo de Kart Royale el 18 de octubre. Suena lejano, pero como el tiempo pasa tan rápido, está a la vuelta de la esquina.
-Amazon no es la primera marca importante que cuenta con usted. Es una mujer que genera millones de ingresos. ¿Se siente así de poderosa cuando llega a una reunión?
Nunca me siento nada. Me infravaloro mucho y me critico a mí misma demasiado. Algún día disfrutaré de todo esto.
-¿Síndrome del impostor?
Sí, puede ser que tenga un poco…
-Tiene sus propios demonios, a pesar de la seguridad con la que se muestra en redes.
Totalmente. Por ejemplo, antes era incapaz de salir de mi casa o estar con amigos sin maquillar o máscara de pestañas, pero gracias a las redes sociales y a la gente que me quiere de verdad, aunque sea a través de Internet, a los que me apoyan y me hacen comentarios positivos, poco a poco me lo he ido creyendo. También ha influido la gente de mi entorno más cercano, por supuesto. Pero hasta que te das cuenta de eso, pasa mucho tiempo…
-En cambio, otras personas demonizan a las redes sociales porque exigen estándares de belleza imposibles, y usted dice que la han ayudado en este sentido.
Yo visibilizo esa parte natural. La gente siempre tiende a criticar las redes, pero creo que son muy positivas. De hecho a mí me han parado muchas veces por la calle y me han dicho cosas del tipo ‘yo antes estaba en depresión y lo único que me hacía feliz era ponerme tus vídeos’. Con eso, yo ya estoy feliz y siento que he cumplido. Cada uno ve lo malo donde lo quiere ver, pero yo creo que siempre hay que fijarse en lo bueno. Las redes nos ayudan a conectar con la gente y a superar complejos o traumas a través de una pantalla. Puede sonar frívolo, pero es así.
-Acaba de llegar del Festival de Cannes, ¿cómo ha ido?
Es mi tercer año allí, que siempre voy de la mano de L’Oreal. Siempre intento servir con un look y una inspiración diferentes. Este año me pilló el apagón allí y fue muy caótico. No sabíamos si se iba a cancelar el festival, porque encima era la clausura y se daba la Palma de Oro. Era todo un lío, pero por suerte pudo arrancar, salió bien y quedó en una anécdota.
-Estaba espectacular con un vestido a lo Cenicienta. ¿Le costó amoldarse a las normas de protocolo?
Tengo que reconocer que yo mandé una idea a Vicky Martín Berrocal, que es la que me hizo el vestido, y no vi el vestido hasta cuatro días antes. No me manda fotos ni nada antes, lo descubro in situ. Al principio ella me hizo una cola un poco más larga, pero al salir la norma de que se prohibían las colas extralargas, decidimos recortarla bastante. A mí no me parece mal que pongan esos límites porque es un festival de cine, y a veces se veían cosas muy extravagantes que robaban el protagonismo a lo importante. No me parece que esas limitaciones que han puesto sean para llevarse las manos a la cabeza, las veo bien. Yo allí voy a hacer publicidad, no soy actriz.
-¿Y lo descarta en un futuro?
Para nada, estoy abierta a todo y me gusta hacer cosas nuevas que se salgan de mi zona de confort para seguir aprendiendo y avanzando. Es verdad que me da un poco de vértigo, pero todo es ponerse y recibo todas las propuestas con los brazos abiertos.
-Con poco más de 20 años ha conseguido muchas metas, como tener su propia casa o vivir de su trabajo. ¿Qué metas tiene ahora? ¿No siente que ya lo ha hecho todo?
Yo siempre quiero más, todo me sabe a poco. Soy una persona muy obsesionada con el futuro y siempre pienso en qué voy a hacer o cómo estaré de aquí a 20 años. Pero bueno, intento disfrutar este momento al máximo y poco a poco se irá viendo.
-Está saboreando las mieles del éxito, fruto de buenas decisiones que tomó en su día. ¿Cuál ha sido la mejor y la peor que ha tomado en la vida?
La mejor, confiar en mi madre y que ella me gestione todo y esté detrás. Tener una persona que siempre vele por mí es lo mejor que he podido hacer. Lo peor ha sido dejar los estudios a mitad, aunque la verdad es que tampoco me arrepiento porque a lo mejor tampoco estaría aquí. Tengo una espinilla ahí y a veces pienso en qué habría pasado si hubiera seguido estudiando y me hubiera graduado, pero seguramente no estaríamos hablando aquí tu y yo. Se me queda esa cosa ahí porque encima la gente me lo echa siempre en cara, pero bueno, quizás algún día retome la carrera…
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