La pérdida de los seres queridos se hace más dolorosa en las celebraciones, especialmente en Navidad, unas fiestas familiares. La familia Goyanes es una más de las que deben afrontar estas fechas mientras transitan el duelo, en su caso por la muerte de Carlos Goyanes y su hija Caritina en agosto, con solo 19 días de diferencia y de forma inesperada. Pero hay niños y especialmente Carla está decidida a poner todo de su parte para que todos vivan con la ilusión que merecen. También su madre, Cari Lapique, ha exprimido durante esos meses su fuerza para compartir momentos de alegría.

Ayer viernes, 20 de diciembre, Carla asistió con su hijo mayor y su sobrina al concierto que ofreció el artista colombiano Camilo en Starlite Christmas. Los menores son el motivo por el que han decidido que no falten en estos días complicados reuniones y planes familiares. "Al final, sí, ellos merecen que estemos todos felices y hay que seguir para adelante", declaró.

La hermana de Caritina añadió que también los seres queridos merecen dar continuidad a esos festejos tradicionales como una forma más de rendirles tributo. "A los de arriba les encantaría que estuviéramos así, por nosotros mismos y sobre todo por ellos… hay que hacer un esfuerzo y ellos ayudan mucho", añadió.

Tuvo también palabras para su madre, Cari Lapique, que a pesar de enfrentarse a las Navidades más tristes, está encontrando cierto consuelo en su círculo más íntimo. Además de su hija y su hermana Myriam Lapique, amigas como Marisa de Borbón y Elena Cue le brindan desde el fatídico mes de agosto un apoyo incondicional. Según ha desvelado Carla, va retomando su vida profesional y sus rutinas poco a poco con el recuerdo siempre presente de su marido y su hija. Tras el duro verano, la empresaria quiso recuperar enseguida sus compromisos laborales y tomó de nuevo las riendas de su showroom de moda en el madrileño barrio de Salamanca.

Otro de los pilares de la familia es Antonio Matos, viudo de Caritina, centrado en honrar la memoria de sus dos seres queridos y preservar el legado profesional de su mujer. Vive además volcado en sus dos hijos, procurándoles el amor y estabilidad que necesitan en este momento y contribuyendo a fortalecer los lazos familiares.