Levantando cabeza
Rafael Amargo demanda por falsa acusación al casero que le arruinó la vida
Le quería echar del piso y por eso dice que se inventó la trama de la venta de drogas. El bailaor prepara su golpe definitivo tras perderlo todo
Rafael Amargo ha vivido un calvario personal, mientras transitaba lo que ha considerado como un infierno judicial. Sobre él pesaban acusaciones muy graves que le adjudicaban numerosos delitos de los que, finalmente, ha resultado absuelto. Se le atribuía una supuesta venta de sustancias ilegales en su domicilio y después de varias vueltas en los juzgados, se ha determinado que nada tenía que ver y que, efectivamente, como él mismo decía, nadie salía de su casa con más droga que con la que entraba.
No negaba que las sustancias estaban presentes en su vida, pero mantenía que “la alegría” era de consumo propio y nunca para la venta, lo que consistiría en un delito contra la salud pública. Ya ha dejado atrás este escándalo y confía en que pronto se restaurará el daño que se ha hecho a su imagen pública. Sin embargo, para ello entiende necesario contraatacar y devolverle el feo favor a aquellos que le acusaron en falso y le provocaron que su vida se paralizase en diciembre de 2020, día que le detuvieron por primera vez.
Rafael Amargo demanda a su casero por denuncia falsa
La justicia se pronunció en su caso y sentenció que el bailaor era inocente de la primera causa, mientras que hace unas semanas se archivaba la segunda causa ante la falta de pruebas. Un alivio para él, aunque aún no ha terminado de poner los puntos sobre las íes para recuperar su buen nombre y el favor del público: “Cuando era presuntamente culpable cerré telediarios y llené portadas de hasta 16 periódicos, también internacionales. ¿Y ahora? Ahora que todo ha terminado, ¿nadie saca un artículo?”, se queja para ‘La Vanguardia’.
En su entrevista sitúa el inicio de sus problemas con la justicia en una disputa con su casero: “Negocié un alquiler con opción a comprar y di un adelanto de 30.000 euros. Después decidí que prefería seguir de alquiler. A los siete meses me dijeron que me fuera y yo respondí que tenía derecho a permanecer en mi piso hasta liquidar esos 30.000 euros. ‘¿Qué no te vas? Pues verás qué rápido consigo echarte’”. Así le amenazó supuestamente su casero al bailaor, que fue denunciado por presunto tráfico de drogas y estuvo cinco meses en prisión por un delito que, al final, la justicia no le atribuye. ¿Y ahora qué?
Él está dispuesto a devolverle el favor a quien ha puesto en jaque su vida hace más de cuatro años. Es por eso que está preparando una denuncia por falsa acusación contra el casero que quiso forzar su salida del piso levantando un falso testimonio en su contra. Un daño irreparable a su imagen: “Ahora que se ha demostrado mi inocencia, con mayor motivo deberían quererme más. Es de justicia ayudar a alguien que ha sido acusado sin culpa de nada”, subraya el bailaor que, sin embargo, ha visto cómo le cierran las puertas por este motivo.
Es más, para poder comer, asegura que ha tratado de buscar trabajo más allá del baile, pero el rechazo social le ha dolido mucho. Sobre todo cuando le negaron la opción de trabajar en una tienda: “Llegué a echar el currículo para trabajar en Louis Vuitton de dependiente”, pero la respuesta fue cruel: “Lo siento, pero hemos pensado en este otro artista porque tu nombre está relacionado con drogas”, lamenta en la citada publicación. Así, reconoce que ha tenido que “venderlo todo para poder comer”. También ha perdido amigos por el camino, que le dieron la espalda para no verse relacionados con el escándalo. Lo está pasando mal, pero está reconstruyéndose poco a poco, con trabajo, esfuerzo y la firme determinación de que se haga justicia.