
Buckingham
La reacción de William tras las declaraciones del príncipe Harry deja claro que la reconciliación está más lejos que nunca
La demoledora entrevista del príncipe Harry reabre la grieta en la Casa Real

La entrevista concedida por el príncipe Harry a la BBC no solo agitó los cimientos de Buckingham, sino que ha vuelto a dejar expuesta la dolorosa fractura en el seno de la familia real británica. Las palabras del duque de Sussex, emitidas tras perder una batalla judicial sobre su seguridad en Reino Unido, han resonado con fuerza en el silencio de la realeza. "Mi padre no me habla", confesó Harry, apelando a una reconciliación que, a juzgar por las reacciones, parece cada vez más lejana.
El príncipe William, habitualmente cauto y reservado, no ha necesitado pronunciarse en público. Sus allegados lo han hecho por él. Y el mensaje no puede ser más claro: no hay vuelta atrás. Según publica The Mirror, el heredero al trono "no tiene ningún incentivo" para reabrir el diálogo con su hermano, a quien acusa de seguir aireando conflictos familiares ante el ojo público.
Falta de confianza
"El verdadero problema es la confianza", desliza una fuente cercana al príncipe de Gales. "¿Cómo se puede hablar con alguien que expone cada conversación y siempre da su versión de los hechos?". Esta preocupación, más que una queja, parece una línea roja. En palacio se habla, una vez más, de traición.

Desde la muerte de la reina Isabel II, el príncipe Harry ha insistido en su deseo de recomponer los lazos con su padre y su hermano. Pero sus continuas declaraciones, el libro "Spare" y ahora esta entrevista, dibujan una narrativa paralela que desconcierta -e irrita- a la institución. El rey Carlos, por su parte, ha optado por el silencio, refugiado en su agenda oficial. El pasado domingo reapareció en la iglesia de Norfolk, sin hacer ninguna mención a su hijo menor.
Mientras tanto, Meghan Markle compartía en sus redes una imagen idílica de Harry con sus hijos, Archie y Lilibet. Un mensaje calculado: a pesar de todo, su familia está unida. Lejos del protocolo, pero juntos.
Aunque Harry insiste en que la pelota está "en el tejado" de su padre y hermano, lo cierto es que la distancia es ya más emocional que geográfica. Y en palacio lo tienen claro: no hay perdón sin silencio, ni reconciliación sin confianza.
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