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Accidente mortal

El trágico final de Kseniya Alexandrova, la ex Miss Rusia que soñaba con inspirar al mundo

La modelo y finalista de Miss Universo muere a los 30 años en un accidente de tráfico, apenas cuatro meses después de su boda

Kseniya Alexandrova Redes Sociales

El mundo de la moda y la belleza internacional está de luto. Kseniya Alexandrova, finalista de Miss Rusia 2017 y Miss Universo 2017, falleció a los 30 años tras un trágico accidente automovilístico en la región de Tver, su tierra natal. La noticia fue confirmada por su agencia, Modus Vivendis, que la acompañó desde sus primeros pasos como modelo a los 19 años.

El destino quiso que la joven, que viajaba junto a su esposo Ilya, viera truncada su vida de manera abrupta. Mientras conducían, un alce irrumpió en la carretera y atravesó el parabrisas, golpeando directamente a Kseniya, que iba en el asiento de copiloto. El impacto le provocó una grave lesión en la cabeza que resultó irreversible. Tras ser ingresada en la unidad de cuidados intensivos del Instituto Sklifosovsky de Medicina de Emergencia, falleció el martes 12 de agosto. Ilya, su marido, salió ileso del siniestro.

Comunicado oficial en redes

La noticia ha conmocionado al mundo de los certámenes de belleza y a la comunidad de seguidores que acompañaba a Kseniya en su faceta de modelo, presentadora e influencer. La agencia Modus Vivendis la recordó como «símbolo de belleza, bondad y fuerza interior». En su comunicado oficial destacaron que "sabía inspirar, apoyar y brindar cariño a quienes la rodeaban", palabras que reflejan el vacío que deja su ausencia.

La propia Organización Miss Universo se sumó al homenaje publicando un emotivo vídeo con imágenes de su paso por el concurso. En él, Kseniya compartía un mensaje que hoy adquiere un eco casi premonitorio: "Quiero que todas las personas del mundo crean en sí mismas y siempre tengan un sueño. Debemos ser fuertes, creer en nosotras mismas y nunca renunciar a nuestros sueños. En este mundo todo es posible y nada es imposible".

Más allá de su carrera en las pasarelas, Kseniya había construido un perfil poliédrico. Licenciada en Finanzas por la Universidad Rusa de Economía Plejánov en 2016, también se formó en cine y televisión en Ostankino y, más tarde, en psicología en la Universidad Estatal Pedagógica de Moscú. Había llegado a ejercer como terapeuta de psicodrama, convencida de que su misión iba más allá de la imagen: ayudar a otros a creer en sí mismos.

El golpe de su muerte resulta aún más devastador al conocerse que, apenas cuatro meses antes, había celebrado su boda. El 22 de marzo, Kseniya e Ilya se dieron el "sí, quiero" en una ceremonia íntima que ella misma compartió en Instagram. "Hubo tanto amor, alegría y sentimientos sinceros en este día que el corazón aún los rebosa", escribió entonces. Hoy, esas palabras resuenan como testimonio de una vida breve pero intensa, marcada por la belleza, el talento y un legado de inspiración que trasciende su ausencia.