Reacciones
Los últimos coletazos de la entrevista de Kiko Rivera: del malestar de Irene Rosales al silencio de Jessica Bueno
Las mujeres que rodean al hijo de Isabel Pantoja dan la callada por respuesta cuando se les pregunta por sus declaraciones en televisión
Kiko Rivera, que durante años rehuyó la televisión, se está desquitando bien. En sus dos entrevistas en el programa "¡De viernes!" refuerza esa personalidad compleja que combina sinceridad, actitud defensiva y reflexión. El viernes pasado se mostró serio, emotivo y abierto al hablar de temas personales como su separación, sus infidelidades y sus relaciones familiares. Algunos colaboradores de televisión han valorado su intervención como un gesto de madurez y autenticidad.
En algún momento de la entrevista recriminó a sus entrevistadores por lo que considera falta de objetividad y no pudo disimular cierta tensión cuando salieron a relucir detalles sobre asuntos personales que prefiere mantener en privado, como los que conciernen a su hermana, Isa Pantoja.
Su reaparición televisiva está teniendo un gran impacto mediático y social, con debates y reacciones tanto en la prensa como en redes sociales. Irene Rosales se mostró decepcionada y molesta por las declaraciones de Kiko en su primera entrevista, especialmente por el modo de cuestionar el inicio de su relación con Guillermo, su nueva pareja.
Jessica Bueno, que ha debutado este fin de semana en "Bailando con las estrellas", se ha visto también involucrada, muy a su pesar, según se desprende de su reacción al ser preguntada unas horas antes de su actuación.
No es su guerra
Kiko ha desvelado que, en estos momentos difíciles tras su separación, ha encontrado consuelo en sus hijos, especialmente en Francisco, el mayor, nacido de su relación con Jessica. La modelo ha tratado de mantenerse siempre al margen de las rencillas familiares de su ex y más aún del episodio que relató Isa sobre la visita al ginecólogo, obligada por la familia, cuando tenía 16 años con el fin de confirmar si había mantenido relaciones sexuales.
A Jessica se le ha insistido una y otra vez que se pronuncie, sin respetar su voluntad de guardar silencio. Ayer, cuando se preparaba para bailar en el concurso de televisión, tuvo que someterse a la misma pregunta. Incómoda, pidió que se respetase su privacidad.
Tampoco ha querido opinar sobre el testimonio de su primo Anabel Pantoja. "No voy a hacer ninguna declaración", advirtió ante los reporteros. Sobre si su prima Isa perdonará a su hermano ahora que él le ha tendido la mano para una reconciliación, dio de nuevo la callada por respuesta. "No he visto nada ni voy a verlo, ¿vale?".
El último que se ha dejado ver ha sido el propio protagonista. El sábado, en la estación de AVE en Madrid, Kiko ha sellado sus labios al escuchar si cree que su madre reflexionará tras sus palabras, acudirá a terapia y volverá a tener relación con sus nietos.