Buenos Aires

Fraile dice que Preysler fue la mayor víctima de Julio

La Razón
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Alfredo Fraile retorna a sus actuales negocios en Miami, se asentó en Florida y ya no quiere moverse de allí. Es fiel a sus convicciones y, por eso, está a punto de presentar sus memorias, cuatrocientas páginas escritas en un par de años, lo que será el bombazo literario de 2013. Tiene en vilo a quien fue el más internacional de nuestros cantantes, Julio Iglesias, con el que trabajó durante 25 años. Julio lo despidió de manera vergonzosa, dejándole una deuda de cien millones que con los años tuvo que pagar él mismo. Alfredo es afable, educado, un caballero que nunca va más allá de lo prometido y estos recuerdos abarcan su entrega absoluta –por encima de su familia, incluso– por convertir a Julio en lo que llegó a ser, y además habrá nostalgia de tiempos mejores llenos de ilusión. «No puedo olvidar otros nombres también muy ligados a mi vida, como Berlusconi cuando desembarcó en España –ya que fue su principal asesor– y el rey de Marruecos –para quien con Alaui creó el eslogan ''país paraíso de los sentidos''–», afirma Fraile. También recuerda anécdotas con Carmen Ordóñez compartiendo intimidad con la Familia Real o Javier de la Rosa en sus tiempos de KIA, cuando los vips nacionales llenaban Montecarlo en un campeonato en el que Seve Ballesteros era imprescindible como gancho. No se olvida de Los Albertos, con quienes podría emparentarse puesto que su hija Alejandra sale con Fernando Chávarri. «Fernando es un chico estupendo y con su madre pasó con nosotros el último verano», me cuenta Fraile. Cuando le pregunto si se considera víctima de Julio Iglesias, como ocurrió con José María Castellví o Jaime Peñafiel, me contesta que «la mayor víctima fue Isabel. Cuando viajaba por el mundo con nosotros y compartíamos autocar llegó a comer bocadillos porque no había para más».

Un mundo a recuperar, ya que Alfredo tiene una memoria de elefante y sabe, entre otras cosas, cómo se gestó el presunto romance del cantante con Janin, hija del presidente Sadat, con quien estuvimos en Alejandría un mes antes de su asesinato; o cómo fue la madrugada en que, tras cantar en la Expocanción de Luis del Olmo, Rocío Jurado intentó conquistar a Julio. Para terminar, le pregunto cuál es la relación que mantienen ambos en la actualidad y su respuesta no me sorprende: «Una relación inexistente desde hace un cuarto de siglo, cuando, utilizando a su hermano Carlos, me dio puerta,» y culmina diciendo que «es cierto que Isabel lo dejó con una llamada telefónica a Buenos Aires. Ella se sobrepuso y con el tiempo demostró una energía y fortaleza que nadie imaginaba. Supongo que se reirá con mis recuerdos».