Jesús María Amilibia

José Antonio Naranjo: «Rubalcaba tiene pinta de mayordomo»

Profesión: periodista, subdirector de «Herrera en la Onda».. Nació: en 1960, en Morón de la Frontera (Sevilla).. Por qué está aquí: por su novela «Rogelio, el mayordomo de Moncloa» (Espasa), que se presenta hoy en «Los encuentros de La Razón» (Sevilla).

José Antonio Naranjo: «Rubalcaba tiene pinta de mayordomo»
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–¿Cómo su personaje, Rogelio, un «boy» de revista, imitador de Pedrito Rico, llega a mayordomo de la Moncloa?

–Por la agudeza que da la supervivencia. Es un «solucionador» de problemas.

–Ha trabajado para tres gobiernos distintos. ¿Quién le cae mejor?

–De los presidentes, el que mejor le cae es Rajoy.

–No sé yo si Rajoy necesita un mayordomo...

–Necesita más un humorista que le cuente chistes de la crisis.

–Hábleme de las tareas de Rogelio, el mayordomo de la Moncloa...

–Hace los trabajos sucios que nadie quiere hacer. Es una especie de James Bond mariquita pasado por un pueblo de Ciudad Real.

–Si en la Moncloa asesinaran a alguien, ¿el asesino sería el mayordomo?

–No, sería el investigador. Y daría con un culpable insólito.

–¿Qué político tiene pinta de tener mayordomo?

–Artur Mas. Pero, ¿elegiría uno catalán? ¿En qué hablarían en la intimidad?

–¿Y qué político tiene pinta de mayordomo?

–Rubalcaba tiene toda la pinta de un mayordomo clásico.

–Su mayordomo cuenta indiscreciones de sus jefes. ¿Por qué no le echan?

–Porque sabe demasiado. Aquí te echan si sabes poco, nunca si sabes demasiado.

Ya. ¿No preferiría Rogelio trabajar en la Zarzuela?

–No. Aspira a trabajar en el Principado de Mónaco. Le cae bien Alberto, claro.

–¿Por qué se escriben tan pocas novelas de humor en España?

–Por falta de imaginación y de humor.

–¿Cree que hay poco sentido del humor en este país?

–Hay alguna gracia y mucho «malaje». «Malaje» es querer ser gracioso sin serlo. Es falta de inteligencia. Hoy no hay jardieles ni mihuras.

–Si el humor mide la inteligencia del hombre, ¿qué nota les ponemos a los políticos?

–Un suspenso. No hay políticos con sentido del humor.

–«Es fácil ser humorista cuando tienes a todo un Gobierno trabajando para ti» (Will Rogers).