
Entrevista
Patricia Manterola: "Meditar y orar me sostiene"
Puso música a la Vuelta Ciclista de 2002 y ahora regresa con «Lágrima azul», un tema pop con el que quiere conquistarnos

Para la súper diva Patricia Manterola (México, 1972) todo lo que pasa conviene. Por eso, ha conseguido convertir el dolor de una ruptura en un exitazo mientras agradece un nuevo amor «que siempre apoya mis sueños». «Lágrima azul», el tema pop con el que ha regresado tras conquistarnos con el «hit» «Que el ritmo no pare», sintonía de La Vuelta Ciclista a España en 2002, ha superado los dos millones y medio de visualizaciones en unos días. Un bombazo que la cantante, presentadora y actriz de telenovelas, casada con el actor Forrest Kolb y madre de tres hijos, ha recibido con emoción: «Esto ha sido una locura y mi corazón explota de gratitud». Directa y arrojada, la artista, que reside en Los Ángeles, nos desvela también cómo superó una depresión al tiempo que sentencia la política migratoria de Trump.
Define esta etapa como un nuevo comienzo y «Lágrima Azul» como un acto de amor propio en el que ha soltado lo que le hería. ¿Es autobiográfica?
Esta canción fue una catarsis. Si no hubiera cerrado la puerta a ciertas relaciones de pareja en mi vida, si no me hubiera divorciado, no habría abierto la puerta al marido tan maravilloso que tengo hoy.
Regresa tras haber sido madre por triplicado, de Lucca (2012), y los mellizos Alesso y Matteo (2013). ¿Cómo le ha cambiado la vida?
Tengo la gran suerte de que mi esposo siempre apoya mis sueños. Los proyectos que acepto tienen que adaptarse a mi familia. En verano, cuando mis hijos salgan de la escuela, me los voy a traer a España para vivir mi gira juntos.
Con «Que el ritmo no pare» le puso la sintonía a La Vuelta Ciclista a España en 2002. ¿Hemos cambiado mucho?
Siento que no pasaron 23 años, porque son igual de cariñosos. Mi primera interacción en este regreso fue en el mismo aeropuerto, cuando llegué y me dice un hombre: «¿Eres tú la de ‘Que el ritmo no pare’? Me tengo que tomar una foto pero no me dejan». Situaciones así son muy emocionantes.
¿Cómo ha evolucionado esa artista que empezó siendo una niña en el grupo «Garibaldi»?
Esa niña que empezó con ocho años sigue viviendo en mí, la madurez no es perder inocencia, esa ilusión, eso es parte de la madurez. Si le hablara a la Paty joven que cantaba «Que el ritmo no pare» le diría que goce el presente.
Es vegana, no toma alcohol y hace yoga. ¿Siente la presión del paso del tiempo?
No tomo alcohol desde que conocí a mi marido, hace 15 años, porque él no tomaba. Tampoco tomo cafeína porque me altera mucho. Los azúcares y las harinas también los aparté. Eso sí, te reconozco que dejé de ser vegana porque las mujeres llegamos a unas edades en la que necesitamos proteína. La clave de verse bien es estar feliz por dentro. Si eres feliz, te dan ganas de hacer dieta, de bailar, de reír y eso el cuerpo lo transmite. Como la meditación y la oración a mi Virgen de Guadalupe, que me sostiene todos los días.
También ha reconocido que padeció depresión. ¿Cómo logró superarla?
De hecho, hice un tema, «Canción para levantarme», que me lo escribí a mí misma. Cuando murió mi padre, pensé que llevaba años haciéndome la fuerte y me vino un desajuste hormonal. Estaba siempre llorando y no podía salir de ahí. Usé la meditación, fui a ver a un médico, pedí ayuda y me encontraron ese problema hormonal. Tuve que hacer cambios para que mi cuerpo se ajustara de nuevo. Es muy importante hacer caso a las señales.
Se mudó a Los Ángeles cuando conoció a su marido. Reconoce que tuvo que aprender inglés para tener éxito y también que ha vivido situaciones de racismo. ¿Cómo valora la política migratoria del presidente Trump?
Me duele muchísimo. Siempre he sido reivindicativa y he querido involucrarme con fundaciones que ayudan a los migrantes que están allí de manera legal, sobre todo cuando se violan derechos básicos, como ahora. Con su política se ve el miedo en las calles y es muy doloroso.
Luis Miguel, Paulina Rubio o Gloria Trevi son otros compatriotas con un vínculo especial con nuestro país. ¿Cuál es su relación con ellos?
Gloria Trevi me invitó a su boda. Y con Paulina tuve mucho relación durante una época que vivía en Miami. La quiero mucho. Luis Miguel fue un gran amigo durante un tiempo. Todos nos sentimos de alguna manera mexicanos-españoles (risas).
Lleva 35 años en el mundo del espectáculo, ¿qué caminos quiere recorrer ahora?
Soy muy curiosa y todos los días me levanto y digo «voy a hacer esto», no tanto por el resultado de los sueños sino por la motivación que me da el crear. Mi marido y mis hijos me ven por casa y me dicen «ya estás tarareando una nueva canción» (risas). Ahora tengo un nuevo proyecto como productora. Y en la parte personal, siempre estoy centrada en cómo sorprender a mis hijos.
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