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La crónica de Amilibia: Ya tenemos un Sánchez cuántico, oigan

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro SánchezJorge ZapataEFE

Austria era el concierto de fin de año y Sissi Emperatriz. Ahora es el apagón energético y la mochila austriaca. El Ministerio de Defensa de ese país ha difundido un video que adelanta la serie apocalíptica de este invierno: ante la posibilidad del gran apagón eléctrico, aconseja a la población el acopio de velas, latas, agua, etc., como si estuviéramos a punto de congelarnos, como en la peli «El día de mañana».

Al presi, estos anuncios de la nueva era glacial le dejan un poco frío, casi tanto como el contraataque del Partido Popular con la mochila austriaca, que yo creía que era la que portaba Heidi para llevarle la merienda al abuelito allá en los Alpes. Tiene que ver con las pensiones, o sea, que mi intuición era cierta: va de la merienda del abuelito.

El presidente Pedro Sánchez quiere instalar un ordenador cuántico en Barcelona. Alguien le ha hablado del gato de Schrödinger, que supuestamente podía estar a la vez vivo y muerto, un estado conocido como superposición cuántica, y aunque a Él le importa un pito cómo esté el gato, ha pensado que lo cuántico le vendría muy bien para aclarar el recibo de la luz y la derogación de la reforma laboral de una tacada. El ordenador le dirá cómo puede contarnos sin que se le descomponga el bello rostro aquello de que «a final de año los españoles verán que habrán pagado por la luz lo mismo que en 2018». Además le permitirá derogar la reforma laboral y a la vez aprobar otra casi exacta a la actual, por lo que, como en el caso del gato de Schrödinger, tendremos al mismo tiempo una reforma laboral derogada (muerta) y otra sin derogar (viva). Mágico.