La crónica de Amilibia: El milagro será en Semana Santa, dicen

Cuenta un experto, Vicente Soriano, ex asesor de la Organización Mundial de la Salud, que «los científicos vaticinan que esto se acaba en Semana Santa». Pasa que a estas alturas de la película de terror pandémica una gran parte del gentío ya desconfía tanto de los expertos y los científicos que se contradicen como de los políticos ineptos. Es decir, que habrá que esperar que el milagro se produzca por la intervención sobrenatural de los Cristos yacientes y las Vírgenes dolorosas que fervorosamente sacamos de paseo por las ciudades y pueblos de España, como se hacía antaño en las grandes sequías y pestes. Recuerden aquella película de Berlanga, «Los jueves, milagro», en la que un pueblo español quería asemejarse a Lourdes y Fátima, mayormente por aquello de ganar turismo.

Bien, pero habrá que pensar a qué paso sacrosanto dedicamos nuestra mirada esperanzada y le adjudicamos el milagro. ¿Al Gran Poder? Los anticapitalistas están en contra. ¿La Macarena? Muchos siguen creyendo que es un baile. ¿La Procesión de los Legionarios? No creo que a Echenique, Otegi y Rufián les haga mucha gracia. ¿El Cristo de las Gitanos? Irene Montero nos acusaría de racistas, xenófobos y supremacistas, todo junto. ¿Jesús el Pobre? La oposición al Gobierno lo utiliza casi todos los días contra el Pedro Derrochador que asciende a los cielos en Falcon. ¿La Virgen de la Esperanza? Algunos la relacionan con Esperanza Aguirre, Díaz Ayuso y Tamara Falcó. ¿El Cristo de las Injurias? Sería el favorito todos los partidos, pues todos se consideran injuriados por el otro cada día. Tendremos que decidirlo antes de que a Sánchez lo veamos de costalero en la Hermandad de Antonio Banderas y el milagro se lo adjudique Él.