Vitoria

Gorka Urtaran, el alcalde de la capital del “cuore” gracias a Urdangarin

Desde hace días, gracias al «affaire» entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia, Vitoria se ha convertido en una romería

Gorka Urtaran e Iñaki Urdangarin en un montaje
Gorka Urtaran e Iñaki Urdangarin en un montajeLa RazónGtres

Si la vida, como dicen, se mide por los momentos en los que el corazón palpita fuerte, los vitorianos están de enhorabuena. El «affaire» de Iñaki Urdangarin ha provocado que la ciudad se convierta en la capital del «cuore». Este fin de semanas sus calles son un hervidero de periodistas y curiosos que llegan de todas partes a la espera del primer mimo en público con su nueva ilusión, Ainhoa Armentia, aunque sea un sutil besamanos.

Digamos que el exjugador de balonmano ha terminado haciendo la cama, entiéndase la expresión, al alcalde, Gorka Urtaran. Nacionalista hasta la paranoia, según la oposición, el regidor andaba tan ocupado en la jubilación anticipada de los Reyes Magos por no saber euskera, que no vio venir algo que empezaba a meter ruido y gracia. Y ahora, con lleno total en la hostelería, tiene que encontrarse desbordado.

Desde hace días, Vitoria, una ciudad inverniza que en flema emparenta con Londres, es una romería a la antigua usanza, cuando las fiestas servían de excusa para dar rienda suelta al instinto más básico. No ha necesitado Urtaran ni edictos ni desembolso para subir el ánimo de sus comercios, hoteles, restaurantes y calles, ahora coloreadas de rosa chicle. Los pintxos de chistorra se agotan con la misma rapidez que las revistas del corazón. Como sirena que encarna arriesgados apetitos, Urdangarin es el contrapunto de Urtaran, pero alguna parte de ley de Murphy ha permitido que ambos se encuentren en una misma crónica.

El alcalde Gorka Urtaran, en rueda de prensa AYUNTAMIENTO DE VITORIA 14/01/2022
El alcalde Gorka Urtaran, en rueda de prensa AYUNTAMIENTO DE VITORIA 14/01/2022AYUNTAMIENTO DE VITORIAAYUNTAMIENTO DE VITORIA

Urtaran tiene 48 años, gafas rectangulares que le dan un aire de pensador y un flequillo algo rockero con alguna cana que delata que el hijo de María Jesús Agirre, concejala muy querida, ya fallecida, se está haciendo mayor. También sus recuerdos son de tiempos de la EGB. Estudió en el colegio San Viator, en su mismo barrio de Txagorritxu, y se licenció en Sociología por la Universidad del País Vasco. Con 21 años se afilió al PNV. Por expediente académico y por redicho, en esa etapa se ganó el apodo, ya olvidado, de «vegetal intelectual». Habiéndose criado en las entretelas municipales, es lógico que su vocación política tuviese mucho de inercia.

En su día a día, el alcalde sigue la fórmula infalible de ser muy local para resultar accesible y muy afín. Un vecino más al que se le eriza la piel al recordar sus tiempos de txupinazos, txoznas y conciertos de agosto. Por nada se perdía la bajada de Celedón, el muñeco que cada año desciende desde el campanario de San Miguel para dar el pistoletazo de salida a las fiestas de la Virgen Blanca. Botó y celebró a ritmo de «Los Inhumanos» algún ascenso a 2ª B del equipo local. Con el mismo entusiasmo, pero unos años menos, Urdangarin siguió el concierto de The Jayhawks, en el Iradier Arena, el verano pasado, cuando el desliz ni se intuía.

Urtaran ha confesado que eso de quedarse pegado a la pantalla de la televisión no va con él y aunque la ocasión ahora lo merece, le bastaría con acercarse al mirador blanco de su casa para curiosear el trajín de fuera. El despacho de abogados de la calle Fueros, en el que trabajan el exdeportista y su pareja, está muy próximo al hogar familiar. Desde la casa consistorial, comunican a LA RAZÓN que prefiere no comentar estos acaecimientos que han alterado la acostumbrada calma de sus vecinos. Si no ha descuidado su costumbre de tapeo por Cuchillería, una de las calles más pintorescas de la ciudad, no podrá evitar topar con este inusitado alboroto.

Gorka Urtaran (d), del PNV recibe el bastón de mando como alcalde de Vitoria con el apoyo de su formación, EH Bildu, Sumando-Hemen Gaude -la marca de Podemos en la ciudad-, e Irabazi.
Gorka Urtaran (d), del PNV recibe el bastón de mando como alcalde de Vitoria con el apoyo de su formación, EH Bildu, Sumando-Hemen Gaude -la marca de Podemos en la ciudad-, e Irabazi.larazon

Vasco hasta la médula

Dicen que, aunque es un tipo de lo más normal y esto pudo jugar electoralmente a su favor, a veces peca de tibio. No obstante, se mostró firme cuando ordenó la retirada de una bandera en el Ayuntamiento durante la boda de su hermana, el 18 de julio de 2015, según publicó el diario Norte Exprés. Es vasco hasta la médula y su corazón pertenece por entero a Vitoria. «Todo lo más importante de mi vida me ha ocurrido aquí, en Vitoria». En cada calle, plaza o barrio se encuentra con su pasado. En ella conoció a su esposa, Elisa Carreras, y tuvo a sus tres hijos, Ion, Iker e Ibai. A punto de casarse, se rompió el húmero y hubo que aplazar boda y luna de miel. Vascos son también sus referentes. Desde la música intimista del cantautor Ruper Ordorika, hasta «su maestro», como a él le gusta decir, el histórico José Ángel Cuerda, primer alcalde de Vitoria de la etapa democrática.

En las elecciones de 2015 fue elegido regidor con el apoyo de EH Bildu y otras formaciones de la izquierda vasca. Es el cuarto alcalde que más cobra en España: 90.526 euros anuales, según el Ministerio de Política Territorial. Su vida ahora está repartida en porciones. Una para la familia, otra para la política y otra para el deporte, sobre todo el ciclismo y el esquí. Si quería a su ciudad discreta, hoy luce un bullicio surrealista. Ahora Urdangarin es el nuevo florón. Y eso que es antimonárquico.