Opinión

Los sábados de Lomana: Violadores a la calle

La Ministra de Igualdad, Irene Montero, este jueves en el Senado en Madrid. En medio del choque entre Igualdad y los jueces por las rebajas de condenas a delincuentes sexuales, este jueves coinciden en la inauguración del VIII Congreso del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género
La Ministra de Igualdad, Irene Montero, este jueves en el Senado en Madrid. En medio del choque entre Igualdad y los jueces por las rebajas de condenas a delincuentes sexuales, este jueves coinciden en la inauguración del VIII Congreso del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de GéneroAlberto R. RoldánLa Razón

No hay nada tan perverso y que cause más estragos que legislen y gobiernen una nación ignorantes, entre ellos una ministra que, con sus fanatismos e inconsecuencia, dicta leyes a la medida de sus fascistas seguidores radicales de izquierdas. Estas leyes pueden ser devastadoras como estamos comprobando. La ignorante que se cree sabia y lista, la ignorante que es incapaz de rectificar y, al menos, pedir disculpas. Para Irene Montero, la ministra que más daño ha hecho a las mujeres y a la sociedad en general, que está en ese puesto no por sus méritos sino por ser la compañera, o lo que sea, de Pablo Iglesias, otro zoquete que no ha sido capaz ni de pasar las pruebas para ser profesor en la Universidad Complutense. La ministra piensa, con enorme desfachatez, que todo este desaguisado tiene una explicación muy lógica: los jueces son unos machistas y unos fachas. ¿Hasta cuando vamos a tener que aguantar un Gobierno que nos maltrata y ningunea? ¿Un año más? Quizá ellos lo resistan, los ciudadanos y España creo que no. ¿Por qué no salimos todos a la calle en procesión hasta Moncloa y no soportar más tanto abuso de poder? ¿Por qué? ¿Acaso han conseguido tener una ciudadanía de miedosos y cobardes, metiéndonos tanta basura cada día en las noticias e informativos, que no somos capaces de reaccionar a tanta tropelía?

Las leyes las están haciendo a medida de los políticos de izquierdas, para despenalizar la sedición y malversación, son capaces de modificar el Código Penal beneficiando a nombres propios como Griñán y todos los golpistas catalanes. Sectarismo e ignorancia enarbolando la bandera de la izquierda. Las leyes las dictan, aparentemente, los delincuentes despenalizando la alta traición. El presidente Sánchez los apoya para mantenerse en el poder vendiendo y destrozando España. Esto es alta traición al país que gobierna y a todos sus habitantes. Desconoce lo que significa la lealtad y el amor a la patria y a todos los que le estamos manteniendo, achicharrados a impuestos, para entre otras cosas mantener su Falcon y su estatus mientras él se pasea vestido de «balinés» con su mujer en estupidas cumbres internacionales, que para nada sirven excepto derrochar el dinero de los demás.

Irene Montero no ha hecho bien su trabajo al crear una ley cuyo efecto es el contrario al deseado. Asimismo es culpable por desoír a los órganos que le informaron de las grietas de esta.

No hay nada tan atrevido como la ignorancia. La ministra de justicia tampoco ha hecho bien su trabajo por las mismas causas. El presidente y el resto de ministros tampoco han hecho lo que debían aprobando en Consejo de Ministros el proyecto de ley. Todos los grupos de políticos que votaron en el Congreso a favor de esta ley, tampoco hicieron bien su trabajo. Probablemente votaron a favor de la ley sin haberla leído ni analizado. De la misma forma que los políticos que votaron en contra de la ley (PP y VOX), tampoco hicieron bien su trabajo. Deberían haber avisado en sede parlamentaria de los riesgos que conllevaba la aprobación de esta ley. Si lo hubiesen hecho con rotundidad y claridad, alguien habría considerado la paralización del proceso. Seguro que tampoco analizaron ni leyeron en profundidad la ley.

En definitiva, el problema no es de los jueces machistas como dice la innoble Montero, sino tener una mayoría de políticos con carencias académicas, intelectuales y de capacidad de trabajo. Con estos políticos ineficaces estamos vendidos. La calle volverá a llenarse de violadores y delincuentes.