Entrevista

Ignacio Dancausa, el «fenómeno» de Ayuso: «Los jóvenes ya admiten sin complejos que son de derechas»

Es presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular. Hablamos con el nuevo líder político criado (y forjado) en el fortín de Podemos, de la Universidad Complutense de Madrid

El candidato a presidir las NNGG del PP de Madrid, Ignacio Dancausa
El candidato a presidir las NNGG del PP de Madrid, Ignacio DancausaJesús HellínEuropa Press

Dicen de él que tiene parientes de postín, que si es hijo de papá o un niño de bien. Y dicen, dicen, dicen…En redes le cae la de San Quintín. «Si leyera todas las mentiras, me volvería loco», confiesa. Anoten su nombre: Ignacio Dancausa. Tiene 22 años y es el presidente de Nuevas Generaciones del PP. Isabel Díaz Ayuso asegura y recalca que es «un fenómeno». LA RAZÓN se ha acercado a él antes de que la campaña electoral avance porque su agenda promete ser apretadísima.

La presidenta madrileña, que ha cerrado con él su candidatura, le quiere cerca y esto da la primera pista del tipo de fenómeno que es este joven político: un torbellino. Demuestra una personalidad arrebatadora y no pide permiso ni perdón para dar, como él lo llama, «la batalla cultural». Y para eso no necesita, como diría Galdós, alas ni alones, «ni andar entre ángeles sosos que tocan el arpa. En eso se le parece Ayuso. Esta asegura que su humildad le va a llevar lejos y la sensación es que Dancausa juega a ganar. Del baloncesto, su deporte preferido, ha tomado buenas lecciones, como el coraje para asumir riesgos, la capacidad de superarse y no rendirse, aunque el cuerpo le diga basta, o la sensatez de enterrar su ego ahora que acaba de estrenar oratoria y empiezan a pedirle selfies después de los eventos.

Es oportuno aclarar, de una vez por todas, que no es ni hijo ni sobrino ni nieto de la política popular Concepción Dancausa. Tampoco de la banquera María Dolores Dancausa. «No hay día que no se inventen un parentesco. Soy el mediano de tres hermanos de una familia de clase media de trabajadores que vive en Las Rozas. Un joven que, como cualquier otro de mi generación, ha crecido escuchando la palabra crisis y al que le preocupan los problemas de salud mental de la gente de su edad, la inseguridad, la falta de expectativas o las adicciones. Un joven dispuesto a aportar todo lo que esté en mi mano», explica a LA RAZÓN.

Es un hombre sin medias tintas. «Nunca he tenido reparo en llamar a las cosas por su nombre. De niño ya era así. Protestón y reivindicativo. No puedo con las injusticias y desde pequeño trataba de cambiar lo que no me gustaba». Un noble vicio que le ha hecho llegar hasta aquí. Viste informal y habla con naturalidad. No hay en él ningún rasgo, pose o estética que sirva de excusa para echarle el arquetipo de pijo que peyorativamente usa a veces la izquierda con los que disienten.

Estudiante de la Complutense

Toca la guitarra y le gusta escuchar al rapero estadounidense Macklemore. «De paso -dice-, me sirve para mantener a raya el inglés. También me encanta la música española». Hasta en esto es rotundo: «Cuando un tema me gusta, hago que suene hasta hartarme». A ritmo de rumba, pop o rap, Dancausa está dispuesto a tocar el tiempo suficiente y con la fuerza necesaria las puertas que hagan falta hasta estar seguro de haber despertado el ánimo para cambiar las cosas.

Nos confiesa un pequeño mal hábito que la proximidad de la campaña le ha obligado a corregir: «Me gusta estudiar, pero soy más de la presión de última hora. Este año no he tenido más remedio que llevar las asignaturas al día, puesto que sabía que la campaña coincidiría con los exámenes. No me podía arriesgar a perder el curso». Cursa doble grado de Economía y Gestión y Administración Pública en la Universidad Complutense, en el Campus de Somosaguas. Es decir, la cuna morada. «Cuando llegué, me sorprendió ver las paredes llenas de carteles con mensajes radicales y un clima hostil que no invita al debate ni a la libertad de expresión. Es una minoría, pero consigue ensuciar la convivencia e intoxicar y politizar la universidad. Aquí encontré el acicate definitivo para dar la batalla cultural en la calle, en la universidad y en cualquier otro espacio público», detalla.

Nuevo presidente de Nuevas Generaciones de Madrid, Ignacio Dancausa.
Nuevo presidente de Nuevas Generaciones de Madrid, Ignacio Dancausa.EUROPA PRESS (JESUS HELLIN)EUROPA PRESS (JESUS HELLIN)

Igual que ha tenido agallas para aceptar el reto y las expectativas que deposita Ayuso en él, soporta sin que le tiemble el pulso continuos escraches, pitidos, cancelaciones o críticas. «¿Eso me hace valiente? No lo creo. Valientes son los jóvenes que luchan por su país en Ucrania o por la democracia en Venezuela», zanja con absoluta seguridad al tiempo que reconoce que la facultad ha sido su mejor escuela para aprender «a trabajar bajo presión y en circunstancias poco favorables».

Con 22 años y la fuerza que transmite, Ayuso ha visto en él la savia que necesita el PP entre los jóvenes, cuyo voto será decisivo para lograr la mayoría absoluta en las próximas elecciones. «Poco a poco -afirma-, la gente va expresando lo que siente y piensa. Y lo que siente y piensa es que quieren otras políticas. En esto ha ayudado el efecto Ayuso. Por su tono y por su capacidad para conectar y generar entusiasmo»

La presidenta madrileña, igual que Núñez Feijóo, son sus referentes actuales, pero su gusto por la política nació antes. «Viajé a Estados Unidos para cursar primero de Bachillerato y allí encontré otra forma de liderar que me gustó y me inspiró. Creo en la meritocracia, en el emprendimiento como opción profesional y en los gobiernos que apoyan y premian el esfuerzo personal, no la paguita para sobrevivir. Son los valores que me han inculcado mis padres y los que me mueven en mi vida personal». Esas razones le llevaron, de vuelta a España, a afiliarse en Nuevas Generaciones de Madrid, en 2018. En 2002 presentó su candidatura para presidir y ganó.

Su forma callejera de dar la batalla y de entender la política no es del gusto de todos, hay que admitirlo. Sin embargo, no se considera en absoluto follonero, como le llamaron cuando salió con una pancarta durante la marcha feminista del 8-M en Madrid en la que se leía «Que te vote Tito Berni» en referencia al exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, implicado en el caso Mediador.

En su entorno más cercano le describen como «educado en las formas e impecable en su ética y calidad humana». Piensan que la batalla en la calle y dirigida a su generación no podría librarse con la formalidad que imponen los escaños. Él lo tiene claro y elabora un discurso potente y novedoso: «Yo quiero trabajar, pero sin centrarme en el odio, mirando al futuro y avanzando. Es fácil criticar, acusar o hablar, como a veces hacen, de una derecha rancia cuando estamos mirando hacia adelante y pensando en mejorar las expectativas, mientras los únicos que siguen anclados en la Guerra Civil son los otros», explica a este medio.

El móvil, en cuarentena

Dancausa es así. «Me sale con naturalidad y sin miedo y creo que conecto con los jóvenes porque se han quitado los complejos a la hora de decir que son de derechas. Hemos sufrido demasiados años de populismos y dominio progre, permitiendo la cultura de la cancelación y soportando que se apropien del feminismo, la sostenibilidad, el avance social y otros valores. La pandemia y el confinamiento nos animaron a hablar de política y, a pesar de que sigue existiendo cierta desafección, nos vimos reflejados en las políticas de Ayuso».El presidente de Nuevas Generaciones del Partido Popular ha eliminado las notificaciones de casi todas aplicaciones porque no quiere despilfarrar ni un minuto de su vida en estar atento a lo que opinan de él. Este es un tema que le preocupa especialmente, ya que sabe que pertenece a esa generación hiperconectada que mira más al móvil que a un periódico o al televisior. «La mayoría de los comentarios -justifica- proceden de ‘bots’ que se usan de forma malintencionada. Por eso, no me interesan. Mal utilizadas, las redes pueden hacer mucho daño. Me parece acertadísima la iniciativa de la presidenta Ayuso de prohibir el móvil en los centros educativos. Es un modo de evitar el ‘bullying’ y otras formas de acoso. Antes no había teléfonos en los centros de enseñanza. No son necesarios dentro de las horas lectivas para nada. Lo único que hacen es perjudicar el ritmo normal de un aula y generan situaciones incontrolables que exceden lo educativo»

Protestón, peleón, pero con una convicción pasmosa para su edad. La presidenta madrileña le quiere tal y como es y se muestra orgullosa de él por muchos motivos. Sobre todo, porque viene sufrido. «Siempre digo que a la política tenemos que llegar habiendo tenido historias personales vitales que nos hagan entender que hay que pelear y que hay que dar todas las batallas y que las cosas no se regalan», declaró en el Congreso en el que fue designado presidente de Nuevas Generaciones.

También su familia vive con gozo todo esto, aunque, como reconoce Dancausa, «me hacen tener los pies en tierra». Para compensar cualquier inquietud que les pueda causar su paso a la primera línea política, les engatusa con una excelente paella. «Los fines de semana me gusta cocinar para la familia. El arroz es mi plato preferido». Seguro que le encuentra el punto, igual que a la política. En cuanto a ambiciones, tiene clara una cosa: «De momento, trabajo y me formo en lo que me gusta. Por supuesto, cuando sueño, lo hago a lo grande».