Jesús María Amilibia

Ramón Fontseré: «Me gustaría ser un anacoreta rico»

Profesión: actor,. director y escritor.. Nació: en 1956, en. Torrelló (Barcelona).. Por qué está aquí: por su novela «La rocambolesca historia del transportista Pere Bitxo» (Tropo Editores).

Ramón Fontseré: «Me gustaría ser un anacoreta rico»
Ramón Fontseré: «Me gustaría ser un anacoreta rico»larazon

–Debuta como novelista. ¿Por qué?

–Para entretenerme yo y entretener a los demás.

–Dice David Trueba de usted que «detrás del gran actor, hay un enorme observador de la vida». ¿Qué preferiría no observar?

–Hoy es imposible no observar algo, tendría que ser anacoreta.

–Pues a mí me tienta lo de ser anacoreta, mire usted.

–Y a mí. Pero rico, ¿eh? Me gustaría ser un anacoreta rico.

Dicen que lo suyo es sátira costumbrista. ¿Es un sátiro?

–No doy la talla. Ya me gustaría. Quizá cuando sea mayor.

–Una novela coral de antihéroes. ¿Qué tiene de antihéroe?

–No me gustan las entrevistas. Me ponen nervioso.

–Fue Dalí en «Daaalí». Decía el pintor que «lo único de lo que el público no se cansará nunca es de la exageración».

–Para llegar al público hay que exagerar siempre. Lo sabemos los del teatro y los políticos. Y la ficción es exageración.

¿Artur Mas es un exagerado o un jugador de póquer que va de farol?

–Está jugando a la puta y la Ramoneta, o sea, que es una cosa u otra según le convenga.

–Dice Albert Boadella que no pasea por Cataluña porque le llaman facha y españolista. ¿A usted también?

–De momento, no, pero si sigo así, quizá un día merezca ese honor.

José Sacristán se considera una tonadillera frustrada. ¿Cuál es su frustración?

–No ser Louis Armstrong, porque toco la trompeta mal, tipo cuartel. Y no tener la voz de Sacristán o Fernán Gómez.

–A Javier Cámara le gustaría hacer de Bárcenas. ¿Y a usted?

–Pepiño Blanco sería un buen personaje. Tiene aspecto de obispo cegato.

–«Es absurdo que a los actores nos consideren cultos e inteligentes: aprendemos de memoria lo que otros escriben y lo interpretamos como quiere el director», decía Katherine Hepburn.

–De acuerdo. Diderot decía que éramos cajones vacíos a llenar.

–¿La corrupción le quita las ganas de trabajar, como a Ana Obregón?

–Qué va. Me entran ganas de trabajar en la corrupción, ja, ja, ja.

–Aproveche antes de que pinchen la burbuja...