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El Conde-Duque por Alfonso USSÍA

La Razón
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Se dice que no ha habido más sometimiento en la Historia que el del Rey Felipe IV respecto al Conde Duque de Olivares. Un gran Rey artista e intelectual y un pobre Rey humillado por su poderoso Valido. Lo de Florentino Pérez y Valdano supera los antecedentes. Nadie se explica qué hace Valdano como Director General deportivo del Real Madrid. No me gusta darme la razón con escritos anteriores. Pero en septiembre escribí que el Real Madrid no podía aspirar a nada sin delanteros. La estructura de la plantilla de Valdano es catastrófica, propia de su gran carota. Valdano no es otra cosa que la consecuencia de la cursilería progre de la SER y «El País». Y Pérez es un empecinado en repetir sus errores. Si Cristiano Ronaldo se hubiera lesionado –y se puede lesionar en cualquier momento–, el Real Madrid ocuparía un puesto mediano en la clasificación. Valdano es el culpable, como lo fue y lo será, que así lo escribió el gran Quevedo, víctima del Conde Duque.
El Real Madrid ha ganado al Villarreal. Un club admirable, prodigiosamente dirigido por José Manuel Llaneza, que ni es cursi, ni presume de nada ni cobra por hablar en nombre de su presidente, Fernando Roig. Lo dijo Bernabéu: «Mis mejores fichajes han sido, por este orden, Di Stéfano, Antonio Calderón, Raimundo Saporta y Agustín Domínguez». Tres directivos y un futbolista genial. Al Real Madrid le hacen falta delanteros, pero, sobre todo, grandes directivos. Que fichen a Llaneza. Y Valdano, que vuelva al Tenerife, de entrenador o de jardinero.