La Habana

Retrato de Olwaldo Payá un luchador incansable

Retrato de Olwaldo Payá un luchador incansable
Retrato de Olwaldo Payá un luchador incansablelarazon

Un luchador incansable de ferviente tradición católica. Nacido en La Habana en 1952 en el seno de una familia católica, Oswaldo Payá asistió al colegio Champagnat de los Hermanos Maristas en la barriada del Cerro, hasta que fue clausurado por el régimen comunista en 1961.

A los 16 años fue enviado a pasar el servicio militar obligatorio en Isla de Pinos. Una vez concluido el período militar, se integró a la vida en su parroquia en el Cerro y pasó a formar parte de su grupo parroquial juvenil.

En 1988 fundó el MCL, una agrupación a la que dedicó todos sus esfuerzos en defensa de los derechos democráticos y las libertades civiles de sus compatriotas. Su labor no pasó inadvertida por el gobierno cubano. Su hogar fue asaltado por las turbas alentadas por la Seguridad del Estado en 1991. Desde entonces fue interrogado y detenido temporalmente por la policía política en repetidas ocasiones.

Proyecto de movilización ciudadana
Pero su gran proyecto de movilización ciudadana se materializó hacia el 2001 a través del Proyecto Varela y los comités ciudadanos creados para impulsarlo a lo largo del país. La iniciativa había sido ideada en su organización en 1998.

Payá y sus seguidores recorrieron la isla recabando apoyo y el 10 de marzo del 2002 lograron presentar a las autoridades más de 11 mil firmas de respaldo a un plebiscito sobre un proyecto legislativo ante la Asamblea Nacional del Poder Popular.

El gobierno cubano no sólo rechazó la propuesta, sino que sacó a las calles a miles de manifestantes para reafirmar el sistema socialista y provocar un cambio constitucional que no dejara resquicios para la actividad disidente.

Sin embargo, las represalias no quedaron ahí. En marzo del 2003, a raíz de la ola represiva conocida como la Primavera Negra, unos 40 integrantes del MCL estuvieron entre los 75 activistas arrestados y condenados a penas entre 12 y 28 años de cárcel en juicios sumarios bajo acusaciones de atentar contra la soberanía nacional.

Payá no fue encarcelado y no cesó en sus reclamos de los derechos democráticos en Cuba.
En el 2004, el Proyecto Varela consiguió recolectar otras 14 mil firmas para reclamar cambios al gobierno de Fidel Castro. Además Payá siempre defendió que los cambios en cuba debían de estar abanderados por cubanos, rechazando la injerencia de los EEUU.

Recibido por Juan Pablo II
Por su labor cívica dentro de Cuba, fue honrado en 1999 con el Premio Homo Homini, de la fundación checa People in Need, por su contribución a la defensa de los derechos humanos, y en el 2002 recibió el galardón W. Averell Harriman, que otorga anualmente el Instituto Nacional Demócrata en Washington.

En ocasión del viaje para recibir el Premio Sajarov en el Parlamento Europeo, Payá fue recibido en Roma por el Papa Juan Pablo II y visitó luego Miami, donde asistió a una misa de homenaje en la Ermita de la Caridad del Cobre y realizó encuentros con figuras y organizaciones del exilio cubano.

Continuar sin Oswaldo
El fallecimiento de Payá provoca un significativo vacío dentro de la disidencia cubana, que perdió uno de sus más visibles y prestigiosas figuras tanto a nivel nacional como internacional.

"La muerte de cualquier opositor y en este caso un importante líder de la resistencia interna es un motivo de luto para el movimiento cívico dentro de Cuba. Es una gran pérdida la de Oswaldo Payá, figura cimera en la lucha por el cambio democrático de Cuba", expresó Janisset Rivero, secretaria general del Directorio Democrático Cubano.
Para el periodista y ex preso político Alberto Muller, también colaborador de Payá, se trata de un golpe demoledor.

"Se pierde un gran hombre. El hombre que culminó el Proyecto Varela, el hombre que fue nominado tres veces para el Premio Nobel de la Paz", dijo Muller. "Es una gran pérdida que debemos pedirle a Dios que lo convierta en fortaleza para el movimiento oposicionista y el movimiento disidente".

Un testigo que los familiares ya han recogido. Ofelia Acevedo, la esposa del fallecido, aseguró que el Movimiento Cristiano Liberación (MCL) que lideraba su marido "continuará la lucha pacífica"en la isla en favor de los derechos de los cubanos. Entre lágrimas la disidencia se levanta y advierte que el dolor les hará más fuertes.