Política Cultural

Todos contra la SGAE

Las entidades denuncian los proyectos de Teddy Bautista
Las entidades denuncian los proyectos de Teddy Bautistalarazon

La SGAE está cada vez más sola: ni siquiera sus colegas, es decir, las sociedades encargadas de otros derechos de autor, ven con buenos ojos su gestión ni cómo les salpica. «Por supuesto que nos hace daño. La imagen que cosecha provoca que a los demás se nos prejuzgue, cuando somos una entidad transparente, clara y objetiva», dijo ayer Abel Martín, director general de Artistas e Intérpretes Sociedad de Gestión (Aisge), durante la presentación de una nueva asociación, IBAU, que agrupa a esta entidad –presidida por Pilar Bardem–, DAMA y Egeda. Aunque el director de Aisge reconoció que «a veces la SGAE es acusada injustamente», no dudó en criticar algunas de las actividades de la entidad que han levantado más polémica, como el faraónico proyecto ARTeria, la red internacional de teatros que Bautista está levantando por todo el mundo: «Para mí las inversiones que está haciendo la SGAE sobrepasan el sentido de una sociedad de gestión», aseguró Martín. Contra los fabricantesPero, durante esta presentación, de la misma forma que se criticó a la SGAE, se defendió la existencia de la remuneración por copia privada o, lo que es lo mismo, el canon digital. Para ello, la recién creada IBAU convocó a un catedrático de Derecho Civil, Juan José Marín, y a una consultora especializada en análisis económico, Patricia Lorenzo, que defendieron la idoneidad de esta fórmula, aunque también reconocieron sus limitaciones. Sobre la posibilidad de suprimir el canon, Marín explicó que «sí se puede eliminar, pero entonces también habría que suprimir la posibilidad de hacerse una copia privada. No sería legal». En todo caso, el catedrático recordó que el canon no debería pagarlo el consumidor, «sino los fabricantes, porque son los que ganan dinero con ello». Sin embargo, en la práctica no sucede así: «Si lo paga el consumidor es porque el fabricante lo repercute en él». Los fallos de este sistema, que grava con 0,17 y 0,44 céntimos los CD y DVD vírgenes respectivamente, no tardaron en salir a relucir al preguntarle a los ponentes por lo indiscriminado de su aplicación cuando, por ejemplo, se utiliza un CD para grabar fotografías propias: «No es perfecto. Nos gustaría poder hacer un seguimiento para aplicarlo sólo cuando se deba, pero eso es imposible tecnológicamente y sin invadir los derechos fundamentales de las personas», dijo el gerente de IBAU, Rafael Sánchez. Con este convencimiento, Aisge, DAMA y Egeda se unen en IBAU (como también lo hiciera la SGAE, Cedro, AIE y Agedi en Ibercrea) con la intención de «sumar esfuerzos para luchar contra el fraude, agilizar el procedimiento y centralizar la comunicación con la industria tecnológica ya que, en 2006, se rompieron las relaciones con Asimelec y queremos recuperar el contacto», dijo Sánchez.