Educación

España y las universidades

La Razón
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Hace unos días apareció una noticia tan interesante como inquietante. Ninguna universidad española está entre las 200 mejores del mundo, según la clasificación del prestigioso Academic Ranking of World Universities, y sólo hay diez entre las 500 primeras. Es un dato descorazonador para uno de los países más desarrollados del mundo, pero también muy clarificador sobre los males que aquejan a nuestro sistema universitario. Los años pasan y los problemas permanecen, mientras se han creado centros universitarios y facultades con una prodigalidad pasmosa. Todas las comunidades, provincias y ciudades querían tener su universidad con una lista de licenciaturas interminable. A esto se añaden los títulos propios. No basta con construir o rehabilitar un edificio histórico, aprobar su ley de creación o autorizar las titulaciones, porque las universidades se han convertido en una máquina de gastar, así como de colocar a amigos. La cuestión es que su calidad deja mucho que desear.