Buenos Aires

Kirchner contra las cuerdas

Miles de personas protestan contra la inflación y las restricciones en las divisas

Cientos de miles de personas salieron a las calles de Buenos Aires
Cientos de miles de personas salieron a las calles de Buenos Aireslarazon

BUENOS AIRES- Las cacerolas han vuelto a las calles de Buenos Aires acompañadas de carteles: «Basta de inseguridad». «Basta de mentiras». «Libertad, libertad, libertad» o «yo te voté y tengo la sensación que me equivoqué». Todas las proclamas coinciden en señalar a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, como responsable de sus principales quejas. Cientos de miles de personas se congregaron el jueves por la noche (la madrugada en España) en las principales arterias de la capital para protestar contra las políticas de la presidenta, en la que se considera la manifestación más multitudinaria hasta la fecha, aunque antes hubo otras. Los sondeos de opinión muestran el descontento de esta clase media por el estilo del gobierno basado en la confrontación, la desaceleración económica, los altos niveles de inflación (la segunda más alta de América Latina), la inseguridad, y lo que pudo haber sido el detonante de todo el malestar social, las restricciones al ahorro en dólares, una costumbre histórica debido a las frecuentes devaluaciones de la moneda local. El grueso de los participantes eran personas de clase media, aunque también había ciudadanos acomodados, algo que fue utilizado a modo de crítica por parte de portavoces del oficialismo al señalar que era la «clase poderosa».

La manifestación de Buenos Aires contó con una amplia representación del sector socioeconómico argentino más alto, pero también se podía ver a manifestantes portando pancartas de La Matanza, una de las zonas más pobres de la provincia, la más numerosa del país. «No es una protesta de ricos, pero sí hay es amplios sectores de la clase media urbana», dijo a LA RAZÓN el sociólogo Heriberto Muraro. «Si todos fueran ricos éste sería otro país. Se trata de marketing –desde el oficialismo– para estereotipar», apunta.

El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, fue el primero en salir a manifestar las sensaciones que le provocó la movilización y aseguró que «lo que hizo el pueblo argentino ayer fue para emocionarse». El líder del PRO pidió a la mandataria que «escuche». Por su parte, la presidenta se refirió ayer a la marcha, aunque sin nombrarla directamente. «Tenemos muchos, muchos errores, equivocaciones y defectos. Y es porque nos pasamos laborando todo el día, las 24 horas, los 365 días del año», dijo.

Ausencia en Cádiz
Las protestas se enmarcan dentro de la guerra que mantiene el Gobierno con el principal grupo mediático del país. El 7 de diciembre el oficialismo ha organizado una concentración que coincidirá con el «apagón» de varios canales del grupo Clarín. El cristinismo sigue en su cápsula, pergeñando cómo podría convertir en un éxito el 7D. Ese día se retirarán licencias claves del grupo en televisión, aunque diversos recursos judiciales podrían truncar la maniobra. Fernández, por otra parte, confirmó que no asistirá a la cumbre Iberoamericana de Cádiz por prescripción médica.