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Aislados «gracias» a Bildu

La coalición se opone en sus municipios a, entre otras medidas, instalar «wifi» o incineradoras. Algunas personas deben rechazar un trabajo para no ser «traidoras»

Aislados «gracias» a Bildu
Aislados «gracias» a Bildularazon

Madrid- Desde que la coalición abertzale Bildu irrumpió en las instituciones, los pueblos en los que gobierna caminan hacia el aislamiento. Su manera de gobernar se asemeja a la de los gobiernos totalitarios. Se basan en los postulados más radicales de Sabino Arana y boicotean todo lo que signifique progreso y comunicación. Desde las instituciones han hecho bandera de su lucha por lograr la amnistía de los que llaman «presos políticos» (los presos de ETA), el ecologismo, la independencia, el feminismo...

Alsasua, Legutiano, San Sebastián, Azpeitia, Mondragón, Hernani… da igual el pueblo, siempre que gobierna de forma directa o indirecta, su alcalde reserva una partida de los presupuestos para los presos de ETA vecinos del pueblo. Bien para pagar el viaje a los familiares, bien para que los etarras se lo gasten en comprar ropa, móviles u otros enseres del economato de la prisión. En algunos pueblos su política de juventud se dirige a ceder locales municipales para los jóvenes de la Gazte Asamblea (organización local de Jarrai), donde los jóvenes que simpatizan con la izquierda abertzale se reúnen. Algunos ediles del PP y del PSE han pedido en vano que se cierren, ya que se convierte en caldo de cultivo de la izquierda más radical.

En cada fiesta municipal, el consistorio es el encargado de dar los permisos para la instalación de las casetas. Mientras que unos tienen que pagar las tasas, a los afines a Bildu les sale gratis, además de utilizarlo para reivindicar a sus presos o recabar fondos. Entre sus prioridades también está el euskera y discriminan a los que no lo hablan. Subvencionan a los que se examinen del carné en esta lengua y recortan partidas en asuntos sociales para financiar una película sobre presos. En algunos municipios se han opuesto a instalar «wifi» porque «daña el medio ambiente», y también rechazan las incineradoras. No hay municipio gobernado por Bildu que no rechace la construcción del Tren de Alta Velocidad. Han llegado incluso a boicotear el proyecto con las pérdidas que supone en puestos de trabajo. Algunos llegan a rechazar un trabajo para no ser tachados de «traidores» y las empresas tienen que contratar a portugueses. También tienen una cruzada contra las autovías y en algunos pueblos los ediles de Bildu se han negado a firmar las expropiaciones de los terrenos para retrasar las obras. Es significativo el incremento de la inseguridad en los bastiones abertzales. La Policía va sin armas, no hay coordinación con la Ertzaintza y aumentan los robos en viviendas, vehículos y polígonos industriales. Si es la Guardia Civil la que está en el pueblo hacen campaña para que se vayan llegando incluso a quemar el bar de la mujer de algún agente, como ocurrió en Alsasua.

En la diputación de Guipúzcoa gestionan los datos fiscales de empresas y ciudadanos. Hay empresarios «completamente inseguros» sabiendo que los simpatizantes de ETA tienen sus datos. Esto frena las inversiones debido a la inseguridad jurídica que genera en las instituciones. Las banderas de España no ondean en los ayuntamientos y el delegado del Gobierno del País Vasco lo exige. La legalización de Sortu les hace «estar crecidos» porque vuelve la Batasuna dura sin maquillaje, según cuentan varios ediles. Ya han organizado concentraciones para sacar fotos de presos y reclamar su vuelta al pueblo. Esperan un paso más.