Sevilla

Griñán convulsiona al PSOE al no descartarse como relevo

Barreda insta a Rubalcaba a celebrar unas primarias cuanto antes

Imagen de archivo de José Antonio Griñán
Imagen de archivo de José Antonio Griñánlarazon

MADRID– Dice Alfredo Pérez Rubalcaba que no teme a José Antonio Griñán. Algunos no están tan seguros. De hecho, el presidente andaluz y también del PSOE convulsionó ayer a las huestes de Ferraz cuando en una entrevista en la Cadena Ser no se descartó como relevo para liderar el socialismo en el futuro. Bueno, él dice que no dijo eso y que no tiene intención de dar ese paso en el futuro, pero sus palabras fueron lo suficientemente ambiguas como para sembrar dudas. Quizá es lo que prentendía el barón de la federación más influyente del PSOE que, eso sí, dijo no ser partidario de celebrar un congreso extraordinario. La relación entre Rubalcaba y Griñán no atraviesa por buen momento, y prueba de ello es que presidente y secretario general, como ayer adelantamos en estas mismas páginas, no han hablado por teléfono desde que en la noche del domingo el PSOE se desangrara en votos en Galicia y en el País Vasco. Tan sólo han cruzado sms a través de los móviles. El presidente de los socialistas españoles pasó ayer por Madrid para dos entrevistas –la antes mencionada y una que concedió a LA RAZÓN que se publicará este domingo–, pero no se vio con Rubalcaba ni con nadie de la dirección federal.

Otro dirigente del PSOE que inquietó también, y mucho en la sede federal, fue el ex presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, al asegurar en declaraciones a Antena 3 que aconsejará a Rubalcaba que se celebren primarias cuanto antes para elegir candidato a la Presidencia del gobierno. La dirección federal ya ha manifestado que no está por la labor. Lo verbalizó el secretario general en una rueda de prensa el pasado miércoles. El argumento de Ferraz es doble: por un lado, los ciudadanos no entenderían que con la que está cayendo en el país, el PSOE emprendiera ahora un proceso orgánico del calado de unas primarias, con campaña incluida. De otro, elegir ahora al que será cartel electoral en 2015 podría convertirle en el pim-pam-pum del PP y llegar por tanto «achicharrado» a las elecciones generales. A estos dos argumentos se une uno más que es el de la posible bicefalia que se produciría en el PSOE entre el candidato y el secretario general. Pero eso sería en el caso de que Rubalcaba optara a la elección que es algo que esta semana ya hemos contado que no tiene nada claro. Los resultados del 21-O le han hecho reflexionar en este sentido, si bien él de momento mantiene públicamente que no tiene tomada la decisión y que ni siquiera ha dedicado un minuto a pensar sobre ello.